El Sanatorio Esquerdo ha criticado la decisión de cerrar el centro. La clínica privada asegura que había llegado a un acuerdo para subsanar las deficiencias con la inversión de un grupo que iba a adquirir las instalaciones y acometer las reformas estructurales necesarias, una propuesta, que pide a la Consejería que considere. Mientras, continúan las protestas de empleados y familares de los pacientes para pedir que el centro permanezca abierto.
Muchos de los pacientes no quieren el traslado a otro centro. Algunos incluso sugieren que las obras que han de acometerse se hagan mientras ellos estén allí, algo que desde el comité de empresa apostilla Jose María Benito.
De hecho, fuentes del Sanatorio Esquerdo, explican que hay un grupo hospitalario muy solvente que tiene un proyecto y quiere comprarlo por dos millones de euros. Algunos de los más de 80 internos que hay en este hospital, salían a las puertas del centro para manifestar su rechazo a un traslado.
