El principal sospechoso de la desaparición de la mujer de Majadahonda es Bruno, un español de 32 años con problemas psiquiátricos.
El detenido vivía con su padre en el municipio de Móstoles, los agentes hallaron una trituradora con restos humanos y en la bañera de la casa manchas de sangre. Además, encontraron el teléfono móvil de Adriana y en las inmediaciones de esta casa, su coche.
La principal hipótesis con la que trabajan los investigadores es que Bruno F., con antecedentes psiquiátricos, mató a la mujer argentina, la descuartizó, introdujo sus restos en bolsas de basura y las arrojó al contenedor.
