Amelia es una catedrática jubilada que hace 20 sufrió un cáncer de pulmón con metástasis en el cerebelo.
El pronóstico apuntaba que iba a morir, pero ha burlado a la enfermedad; el médico le dijo algo muy significativo: “has caído del lado bueno de la estadística”.
En la tarjeta, la pregunta: "¿Qué fue lo más duro de todo el proceso?".
"El miedo que yo pasé. Pasé muchísimo miedo. No me quería morir porque veía la posibilidad de morirme", no cuenta.
Su vida dio un vuelco radical cuando le dieron la invalidez absoluta; como era una mujer muy activa quiso hacer algo gratificante con su vida por lo que ha estado 18 años atendiendo al Teléfono de la Esperanza y también ayuda en Infocáncer, en la Asociación Española Contra el Cáncer.
