La Plaza Mayor no siempre fue la Plaza Mayor. Fue Plaza del Arrabal. Felipe II mandó remodelarla y su hijo Felipe III la terminó. Después, eso sí, de llevarse la Corte a Valladolid y volver a Madrid. Para airearse un poco...
Los primeros edificios que se construyeron fueron la Casa de la Panadería y la Casa de la Carnicería. Si os dais cuenta, los ingredientes básicos de un buen pepito de ternera.
Esta plaza ha sido testigo de coronaciones de reyes, canonizaciones, quema de herejes, corridas de toros y hasta dos tíos en bicicleta hablando a una cámara. Si sus farolas hablaran... ¡Un momento, lo hacen! A través de sus relieves conocemos el “juego de cañas" unas antiguas corridas de toros y sus 3 pavorosos incendios. Vemos también los temidos patíbulos de la Inquisición y hasta el terrible garrote vil que se utilizó hasta hace dos días, como aquel que dice. ¡Hasta 1974!
