El sufrimiento de un crack

Desolado, nervioso, desesperado. Sin saber qué hacer, de hecho, sin poder hacer ya nada. Atusándose el cabello, tocándose la cara, sufriendo, rezando, todo lo intentó todo, Cristiano.... Pero llegó el turno de Ramos y falló y es verdad que sólo se equivocan quienes lo intentan pero, para Cristiano, no había argumento capaz de despertarle de su estado.

El portugués tocó fondo a la par que el Bayern se metía en esa final que tanto significaba para él y para el Real Madrid. Todo el trabajo, toda la ilusión, todo el esfuerzo de una temporada en Europa se había esfumado en solo unos minutos. Previamente, sus compañeros habían intentado animarle: primero fue Granero, cuando todavía quedaba esperanza. Pero el error de Kaká, despues del suyo propio, enturbió cualquier intento de recuperación.

Luego llegó Alonso. El único madridista que acertó en el lanzamiento. Era posible. Munich volvía a aparecer en su horizonte. Sus compañeros podían enmendar su falta de suerte y la de Kaká. Todo dependía de ellos y de Iker. Por tanto, podía ser . Había que creer y Xabi fue a recordárselo.

El resto de la historia ya la conocen. No iba a ser la noche soñada. El infortunio se puso de parte del Madrid. Noches como las de ayer marcan impronta. Los hay que olvidan con mayor facilidad, los hay a quien les cuesta más y los hay que no olvidan. Y a Cristiano le va a costar. Quizás por eso debió pensar que, cuando uno ya ha dicho, hecho, rezado y sufrido tanto como él ayer es mejor batirse en retirada y empezar a pasar página cuanto antes.