En la soledad de la pista, el tenista sólo puede confiar en sus piernas, su cabeza... Y en su raqueta. Para que el arma de los jugadores esté siempre en las mejores condiciones, un ejército de encordadores trabaja cada día para ponerlas a punto en el Mutua Madrid Open.
El cordaje es la única parte de la raqueta que mantiene contacto con la pelota en el juego.
Durante toda la semana, los encordadores se encargan de que las raquetas de los principales tenistas tengan la tensión adecuada para que puedan hacer sus prácticas y a la hora de jugar sus partidos.
La tensión depende mucho del tipo de juego que tenga cada jugador. Y de su estilo. Además de las horas de los partidos.
