Gabriel Lizoain, un apasionado del fútbol que no necesita verlo

Gabriel Lizoain es ciego de nacimiento, algo que no le ha impedido disfrutar de su pasión, el fútbol, y mucho menos de su hijo, Raúl Lizoain, guardameta de la AD Alcorcón.

Desde niño tenía pasión por el fútbol. A los ocho años comenzó a asistir a los partidos del Pontevedra, y vivió su ascenso de Tercera a Segunda y de esta a Primera División.

Para él lo esencial del fútbol es el ambiente, que le hizo un auténtico fanático de este deporte. A su hijo Raúl le trasladó este amor por el balompié.

En la casa de los Lizoain no todo fue fútbol, puesto que otra pasión de Gabriel es la música, algo que Raúl no ha adaptodo. Gabriel es inseparable de su radio, y no olvida ninguno de los partidos de su hijo.

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