La invención del sandwich se atribuye a un noble inglés que vivió en el siglo 18, el conde de Sandwich. Dicen que este hombre era tan aficionado a las cartas que pasaba horas -incluso días- ante la mesa de juego y que, en una ocasión, pidió a sus sirvientes que le pusieran la comida entre dos rebanadas de pan para no tener que abandonar la partida. Desde aquel sencillo tentempie, los sandwiches -o emparedados, que también tenemos palabra en español- han seguido siendo muy prácticos para esas situaciones en las que se requiere comer sin cubiertos, e incluso mientras se hace otra cosa. Nos hemos ido hasta un lugar en donde saben mucho de sándwiches...
