Unos veloces 'Jandilla' protagonizan el cuarto encierro de los Sanfermines 2019

  • La jornada se salda con 4 heridos, uno quedó inconsciente, aunque ninguno por asta
  • El 90% de los heridos por el encierro no son por cornadas

Los toros de 'Jandilla' (Mérida, Badajoz) han sido los protagonistas este miércoles del cuarto encierro de los Sanfermines 2019, una carrera veloz y en la que, según el primer parte médico, no hay heridos por asta.

La ganadería pacense, ya habitual en Pamplona, tiene fama de peligrosa por méritos propios, con ocho corneados el 12 de julio de 2004 y con el último muerto en un encierro, el madrileño Daniel Jimeno el 10 de julio de 2009, a quien su familia ha recordado en el lugar con unas flores.

Este miércoles los morlacos, cinco negros y un castaño, con pesos entre los 515 y 590 kilos, han prescindido de su fama y, sin prestar atención en ningún momento a los mozos, han recorrido los 848 metros del encierro en 2 minutos y 10 segundos, aunque el despiste de uno de ellos en el coso ha prolongado la duración hasta los 2 minutos y 19 segundos.

Después de un lunes con una sucesión de tormentas y del martes con cielo cubierto y temperaturas frescas, este miércoles Pamplona ha amanecido con cielo azul, sol y el anuncio de una subida en los termómetros, lo que ha propiciado una mayor presencia de corredores y con ella un mayor número de golpes y caídas.

La manada ha dio cogiendo velocidad con los toros juntos y protegidos por los mansos, ritmo que no era fácil de seguir y ha hecho que algunos corredores cayeran al suelo, y así ha cruzado la plaza del Ayuntamiento y entrado en Mercaderes, donde un toro negro se ha despistado unos breves segundos antes de recuperar la línea con sus hermanos.

El 90% de los heridos por el encierro no son causa de cornadas

Sin incidencias han salvado esta calle, salvo las caídas, que se han sucedido a lo largo de todo el recorrido por el empeño de los mozos de acercarse a las astas y sus problemas para conseguirlo dada la velocidad de la manada y la falta de huecos. El 90% de los heridos por el encierro no son causa de cornadas.

Tras superar la curva de Estafeta, que algunos corredores han tomado por la derecha inconscientes del riesgo que eso puede suponer ya que ese es el lado por el que entran los toros, la manada ha corrido esta calle un poco más estirada.

Eso ha posibilitado que algunos mozos experimentados hayan podido correr unos metros junto a ellos y que otros hayan estado a centímetros de las astas por tocar el lomo a los animales.

Con más caídas pero sin cornadas, los de 'Jandilla' han atravesado el tramo de Telefónica y entrado en el callejón, donde un corredor ha caído al suelo y ha quedado inconsciente, y sin fijarse en nadie la manada se ha dirigido a chiqueros.

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