Juan Carlos, sin DNI y sin trabajo por culpa de la burocracia: "Es como si no existiese"
- Lleva cuatro meses esperando que le renueven el NIE, sin el cual no le contratan, pero el atasco en las oficinas de Extranjería lo impide de momento
- Tiene cuatro hijos pequeños y su mujer está de baja por enfermedad, por lo que no puede pagar el alquiler, ya que tampoco puede cobrar el paro
La historia de Juan Carlos Rojas es la de uno de tantos trabajadores en paro atrapados por la burocracia. Lleva esperando 4 meses a que le renueven su NIE, pero el atasco en las oficinas de Extranjería es tal que en ocasiones la renovación de este documento se dilata hasta 6 meses.
Aunque la ley permite a la empresas contratar a un extranjero con el NIE en trámites de renovación, lo cierto es que los empleadores no se fían y no le dan trabajo. Tampoco puede cobrar, por ese motivo, el paro. Juan Carlos, con una discapacidad del 45% y padre de familia numerosa, con su esposa de baja por enfermedad, está desesperado.
Pidió la solicitud por registro online, y sabe que se está tramitando en la Oficina de Extranjería de la Calle Silva, 19 pero allí le dicen que hay atasco por la multitud de solicitudes de asilo y que el trámite puede demorarse hasta 6 meses. "Y no soy el único que está en esta situación", comenta.
Entra en vigor la reforma del reglamento que agiliza el empleo a extranjeros
Juan Carlos está desesperado. "Me dan ganas de llorar", dice entre sollozos, "por la impotencia que siento". "Hay hasta cinco empresas que me quieren contratar pero no pueden hacerlo si no tengo el NIE en regla", añade. "Es como si no existiese", se queja.
Debe 4 meses de alquiler, es padre de familia numerosa (4 hijos) y su esposa está de baja por una hernia. "Estamos con lo justo para ir tirando. Menos mal que la casera no nos ha echado, ya que nos conoce porque llevamos cinco años en la casa", afirma. "O pago el alquiler o doy de comer a mi familia", resume.
Juan Carlos ha trabajado en muchos empleos (conserje, teleoperador, limpiador, control de accesos). Vino a España en 2008 y consiguió ya entonces papeles. Volvió a Bolivia unos años y regresó en 2018 a nuestro país.
