El 'héroe' de Villamanta, en Telemadrid: "Oí gritos de terror y me lancé al agua a oscuras"
- El cabo 1º del Ejército de Tierra, Fernando Martín Pozueco, salvó varias vidas en su pueblo el fatídico domingo en el que la DANA se llevó todo por delante
- "El agua me llegaba al cuello y la corriente me arrastraba", explica este militar, quien alertó a sus vecinos yendo casa por casa sin apenas ver nada
No le gusta que le llamen "héroe", pero el cabo 1º del Ejército de Tierra Fernando Martín Pozueco ha salvado varias vidas en su pueblo, Villamanta, el fatídico domingo en el que la DANA se llevó todo por delante.
Esta mañana ha estado en el plató de Buenos Días Madrid contando cómo fue aquella noche en la que una tremenda riada destrozó el pueblo. Cuando empezó la tormenta se refugió en su casa, junto a su hija y su madre. "Por la ventana ví una ola como si fuera un tsunami que se llevó todos los coches, incluido el mío", recuerda.
"Los vecinos empezaron a gritar mi nombre, ya que todos nos conocemos y saben que soy militar. Así que deje en casa a mi familia y salí a la calle a hacer lo que pudiera", explica.
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La riada dejó el pueblo a oscuras. "Oía gritos de terror, incluso de niños. Me lancé al agua a oscuras. El agua me llegaba al cuello y la corriente me arrastraba, golpeándome con todos los objetos que llevaba por delante. Una puerta metálica me golpeó en la pelvis", añade. "Hubo momentos en los que tuve miedo", reconoce.
El cabo Martín Pozueco alertó a sus vecinos yendo casa por casa sin apenas ver nada. "Esperé a que cayera un relámpago para que su luz me pudiese orientar", comenta. "Tras varios intentos pude subirme a una valla y guiar a los servicios de emergencia por la urbanización", continúa.
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El militar ayudó también a la mujer del anciano que acabó perdiendo la vida. La mujer de José -la única víctima mortal del pueblo- le gritó "Fernando, encuentra a mi José", pero no se pudo hacer nada por él. "Es la gran pena que tengo, porque le conocía", dice el cabo.
A este militar, que no es la primera vez que se enfrenta a situaciones arriesgadas, nunca se le olvidará la trágica noche del 3 de septiembre cuando el agua arrasó Villamanta.
