Hablamos con José Mª Viéitez, jefe de Tumores Digestivos del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Madrid, y con Pilar Ruiz, presidenta de la Asociación contra Cáncer Gástrico y Gastrectomizados.

El cáncer gástrico es muy común en Sudamérica, Europa del Este y algunos países del Oriente Medio... en cambio, es poco frecuente en Europa, Estados Unidos, Australia y África. ¿Por qué? Seguramente por las diferencias en cuanto a alimentación, tasa de infección por Helicobacter pylori y el medio ambiente.

El peligro de este cáncer es que se diagnostica muy tarde. En las primeras fases los síntomas son imperceptibles o pueden confundirse con otros problemas gástricos menos graves como indigestión o ardor de estómago.

Aunque el diagnóstico de cáncer de estómago es improbable en la mayoría de los casos ante estos síntomas deberíamos ponernos en contacto con un médico: Dolor o molestias abdominales. Pérdida de apetito. Ardor de estómago, indigestión. Náuseas y vómitos, flatulencia, diarrea o estreñimiento. Sensación de plenitud después de comer pequeñas cantidades de alimentos. Deposiciones sanguinolentas o negras. Cansancio. Pérdida de peso involuntaria.

En oncología en general, y en cáncer gástrico en particular, se hace seguimiento más periódico y exhaustivo durante los primeros cinco años. A partir de este periodo, y si no ha habido ninguna detección de recidiva, normalmente a estos pacientes se les considera técnicamente curados.

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