En nuestra seccion "los alcaldes también son Humanos", hoy ha venido a visitarnos el regidor de Navalagamella. Nos ha contado que una vez desvalijaron su casa, que tiene fobia a las gallinas, le gusta José Manuel Soto, que guarda bajo llave los madelman de su infancia, y, como secreto, que le encantan los juegos de estrategia, un entretenimiento que le puede llevar horas.
Es uno de los cinco municipios de la región que han escapado del fantasma de la despoblación superarndo el umbral de los 2.500 habitantes, gracias, en parte, a los precios de las viviendas.
Navalagamella está a 47 kilómetros de Madrid, en plena sierra oeste y dentro de la Ruta Imperial, el camino que hacía Felipe II hacia el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
El pueblo se llama así porque tiene forma de gamella, está metido en un valle. Las gamellas son esas pilas de piedra tallada, presentes en todo el término, en las que comían y bebían los animales.
Los restos de la Guerra Civil también abundan. El pueblo cuenta con 200 búnkeres, hay rutas de turismo bélico y en verano el alcalde espera tener listo el Museo.
Fue escenario galdosiano. En la novela "El 19 de marzo y el 2 de mayo", uno de los "Episodios Nacionales", el protagonista es Gabriel Araceli, quién afirma que su patrona procede de Navalagamella, villa de la cual venían "mozos grandes como castillos" para defender la ciudad de Madrid de las tropas napoleónicas.
La naturaleza es uno de sus atractivos con rutas como la de los Molinos, que transcurre junto al río Perales, y se descubre cómo se molían los cereales. También es muy conocido el pantano Cerro de Alarcón, un lugar ideal para la práctica del esquí acuático en nuestra Comunidad, todo tipo de aves que atraen a amantes de la ornitología y hasta su propio "Valle encantado", una granja en la que viven unos cien animales de 15 especies diferentes.
En cuanto a gastronomía presumen de sus cocidos, la carne de la sierra y de los torreznos.
