El Servicio de Criminalística, que se encuenta en Las Rozas, son en realidad los CSI españoles. Ellos son los encargados de trabajar día y noche para que los indicios que les llegan de los casos terminen siendo pruebas sólidas, con las que resolver cualquier crimen. Cruz Valero, responsable del departamento, ha explicado cómo se analizan las prendas y objetos que les llegan procedentes del lugar del crimen, para encontrar alguna pista sobre lo ocurrido. También analizan, por ejemplo, el contenido del estómago de las víctimas para poder saber el tiempo que ha pasado desde la última comida ingerida hasta el momento de la muerte o saber si hay algún resto de droga o sustancia en el estómago de la víctima. A este laboratorio llegan muestras de toda España, algunas de ellas pertenecen a los casos más mediáticos de nuestro país.
