Trabajadores de hospitales madrileños denuncian que la ropa de cama llega de la lavandería con manchas de sangre, orín o heces. Además, se quejan de la escasez de lencería necesaria para los usuarios.
Aseguran que llevan desde 2013, cuando se privatizó la lavandería, denunciando esta situación. Pero los superiores de los hospitales no se hacen responsables.
Según las propias auditorías, el 35% de la ropa salía sucia de la lavandería, pero aun así se libran de ser sancionados porque en su contrato consta que pueden enviar hasta un 40% de la lencería manchada sin tener multa.
Por su parte, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha reconocido este jueves incidencias en algunos hospitales con la calidad de la limpieza de la ropa de camas de pacientes y de empleados.
