Hace unos días os contábamos el triste caso de una mujer de 87 años a la que 'okuparon' su casa en Barrio del Pilar, solo unos días después de marcharse a una residencia. Sus hijos comprobaron con impotencia que el bombillo de la cerradura había sido cambiado y que ya no podían acceder a la que fue su casa durante tantos años. El programa 120 Minutos intentó ponerse en contacto con la familia que había 'okupado' el inmueble, pero sin éxito.
Jesús acudió a nuestro programa buscando ayuda y visibilidad para el problema que atraviesa su familia
Una semana después, Jesús, uno de los hijos, nos cuenta que acudió a nuestro programa buscando una ayuda que no encontraba por ningún otro sitio. Ahora, llegar a los tribunales parece el único camino para esta familia, aunque saben que será un largo proceso.
"La vía penal es la que se ha iniciado con la usurpación del inmueble y estamos iniciando el procedimiento civil para la recuperación del mismo". Son las palabras de Felisa Fernández, abogada de la familia de María Ángeles, la anciana de 87 años a la que le han 'okupado' la casa, días después de marcharse a una residencia. "Tienen una angustia añadida porque no pueden traer a su madre en Navidad como solían hacer todos los años", añade la letrada. "No tenemos fecha de juicio, por eso tenemos que iniciar el procedimiento civil para tratar de recuperarla". La abogada considera que aunque es importante que las personas que han 'okupado' "tengan la sanción correspodiente que marca el Código Penal", es más importante aún que la familia recupere cuanto antes la casa. Asegura que el proceso para recuperar el inmueble puede dilatarse hasta los 5 ó 6 meses.
Jesús no sabe cómo decirle a su madre, que ha sufrido un ictus, que la casa de toda la vida, ya no es suya
El asunto que más preocupa a la familia es el estado físico de esta mujer de 87 años. Su hijo Jesús no sabe cómo decirle que la casa en la que ha pasado toda su vida ha sido 'okupada'. Recientemente sufrió un ictus y, como afirma la abogada "los médicos le han recomendado que vuelva a su entorno, a las cosas que le son familiares". Su familia se encuentra en la disyuntiva de contarle o no la verdad de lo sucedido.
"Intentaremos decirle cualquier excusa, que no funciona la calefacción o algo así y que venga a mi casa de Álcalá de Henares", dice Jesús. Navidades amargas para esta familia, cuya única esperanza, hoy por hoy, es que se haga justicia.
