Llegan las vacaciones después de tantos meses en los que muchas parejas apenas se ven por culpa del trabajo y las obligaciones domésticas.
Las parejas conviven más tiempo durante los días de descanso veraniego. En este periodo se conocen aspectos del otro que se desconocían y que pueden llegar a disgustar.
Las relaciones que ya arrastraban una crisis o se encuentran en fase de adaptación, pasado el enamoramiento, son las que tienen más riesgo de romper.
Los divorcios se duplican en esta época y es la mujer la que toma la iniciativa en el 70% de los casos
