Un siniestro especialmente trágico por la corta edad de las víctimas

  • En España está muy regulado este tipo de transporte
  • El transporte escolar de largo recorrido ha de hacerse con dos conductores, y un responsable adulto por cada 10 menores transportados

No es el primero ni por desgracia será el último accidente de un autobus escolar. Un tipo de siniestro especialmente duro, porque suele conllevar un alta siniestralidad, y tiene como víctimas, generalmente, a niños de muy corta edad.

Accidentes así se producen más frecuentemente en países donde este tipo de transporte no está regulado, o casi, o desde luego mucho menos que en Europa, España o Norteamérica.

En nuestro país se ha mejorado mucho en la seguridad del transporte escolar. Un transporte donde el conductor está sometido a unas limitaciones mucho mayores que el de cualquier otro conductor de transporte convencional, por ejemplo. Y donde cada vez más se ha avanzado en la mejora de los vehículos empleados. La gran asignatura pendiente, hasta hace poco, de este tipo de transporte.

Desde el 2010 es obligatorio que todo autobus matriculado que se utilice para el transporte escolar vaya equipado con cinturones de seguridad en todos los asientos. Y es que desde luego es muy importante, y especialmente si hablamos de niños pequeños, llevarlos convenientemente sujetos durante el trayecto.

Lo ocurrido en Suiza es una tragedia con pocos precedentes, pero el hecho de que un autobus escolar tenga un siniestro no es por desgracia algo inusual. Baste recordar el triste suceso que conmocionó hace apenas un mes el pueblo abulense de Fontiveros, en el que una joven de 16 años perdió la vida al salirse de la calzada el autobús escolar que la llevaba a su instituto en Arévalo.