El presidente del tribunal pide "responsabilidad" al jurado del caso Asunta

  • El jurado popular delibera sobre el veredicto
  • El padre de una testigo del caso Asunta pide amparo a Catalá

El destino de Rosario Porto y de Alfonso Basterra está en manos de cinco hombres y cuatro mujeres. Los miembros del jurado popular tienen que decidir si son culpables o inocentes del asesinato de su hija. Asesorados por el juez, desde esta mañana deliberan para contestar a todas las preguntas objeto de veredicto.

El magistrado Jorge Cid ha pedido hoy "responsabilidad" al jurado popular que dirimirá si los padres de Asunta, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, son o no autores del crimen de esta menor de 12 años, ocurrido el 21 de septiembre de 2013. Cinco hombres y cuatro mujeres han empezado la deliberación, misma jornada, una vez han sido expuestas las 21 preguntas que deberán responder y conocidas las instrucciones que han de seguir durante este proceso de deliberación, votación y redacción del acta.

El presidente del tribunal ha agradecido hoy a los miembros del jurado popular el desempeño de su cometido durante las cuatro semanas que ha durado el juicio y les ha pedido ahora "responsabilidad, imparcialidad, independencia y sujeción a la ley" a la hora de rematar su labor, dada la "gravedad de la tarea que se les encomienda".

"Su comportamiento ha sido exquisito en cuanto a puntualidad, responsabilidad y sentido del cumplimiento del deber, un deber nada agradable", ha manifestado Jorge Cid, y les ha recordado que su labor hasta la fecha era escuchar y ver las pruebas, y, en este momento les toca ser "responsables" porque está en liza "la vida de dos personas que se juegan muchos años de prisión".

Ha incidido Jorge Cid en el carácter "secreto" de la deliberación y ha apuntado que revelar información de lo que sucede en esta fase puede constituir delito.

Varias horas han necesitado hoy las partes personadas en esta causa para ponerse de acuerdo en las cuestiones que los jurados han de responder, ha explicado el penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, que ha salido, en su caso, "moderadamente satisfecho".

Rosario Porto y Alfonso Basterra son los únicos acusados de la muerte de su hija Asunta y llevan más de dos años internos en el penal coruñés de Teixeiro.

EL PADRE DE UNA TESTIGO PIDE AMPARO EN UNA CARTA PUBLICA AL MINISTRO DE JUSTICIA

Hoy, el padre de una testigo del caso que se sigue en Santiago de Compostela por la muerte de la pequeña Asunta se ha dirigido en una carta pública al ministro de Justicia, Rafael Catalá, "y a la opinión pública", pidiendo amparo por el trato recibido del abogado de la defensa de Rosario Porto.

Andrés Pámpano es el padre de la profesora de música que testificó el pasado 7 de octubre y, en su carta, denuncia que el abogado José Luis Gutiérrez Aranguren "se inventa un sentimiento hostil de la profesora, en la que vio 'un odio que era patente', odio que nadie más que él en la sala vio".

Para el progenitor de la profesora, en las sesiones diarias que el abogado mantiene con los medios de comunicación, "ha vertido juicios de valor, atribuciones y descalificaciones a testigos, testigos a los que el ruido interesado puede afectar a su honor o imagen social".

Entre las frases del defensor que recoge el padre se afirma que aquel dijo que "hay dos tipos de testigos, los que vienen ya preparados y ya condenaron desde el mismo día de la desaparición de la niña a los padres... y los que vienen a contar la verdad", por lo que le pregunta al ministro por los derechos de los testigos.

También expresa su pesar porque el abogado haya distinguido a testigos, como el director de la cárcel, del que el letrado, según el padre, ha dicho que "no tiene interés en perjudicar o beneficiar a nadie", mientras que otros, siempre según el entrecomillado del autor de la misiva, "vinieron aquí a hacer afirmaciones totalmente gratuitas".

Por ello, tras preguntar al ministro si los testigos están siendo injuriados, insistió en que "sus manifestaciones en la calle sobre la profesora de música rozan el esperpento, si no fuese por el daño que causan al honor de las personas".

En su opinión, si un testigo fue "insultado, menospreciado, injuriado o calumniado, debería ser la justicia la que se encargase de la restitución de sus derechos, sin tener el ciudadano que buscarse la vida y meterse en pleitos", pues, en caso contrario, "algunos se quedarán en su sillón".

GUTÍERREZ ARANGUREN: "AMPARO LO PIDO YO"

Andrés Pámpano es el padre de la profesora de música que testificó el pasado 7 de este mes y, en su misiva, denuncia que el abogado José Luis Gutiérrez Aranguren "se inventa un sentimiento hostil de la profesora" -que contó que Asunta estaba como sedada-, en la que vio 'un odio que era patente', odio que nadie más que él en la sala vio".

Gutiérrez Aranguren ha contestado a este hombre con un rotundo "amparo lo pido yo".

"Yo puedo opinar lo que quiera -ha replicado- y los testigos vienen aquí a decir lo que conocen de primera mano, no lo que piensan, no se debió haber tolerado" y menos "con una forma airada".

Los abogados de la defensa han pedido para sus clientes la libre absolución al considerar que no hay pruebas de cargo y también que la instrucción hecha ha estado enfocada a culparlos directamente ya desde el inicio de las indagaciones.