El polvo del Sáhara acaba fertilizando el Cantábrico

El satélite europeo Envisat ha captado el polvo y la arena del desierto del Sahara argelino, moviéndose en altura desde el norte de África hacia el norooeste por el Océano Atlántico, distinguiéndose nítidamente sobre el Mar Cantábrico y las aguas del Gran Sol. La imagen corresponde a primeros de abril.

La estela se extiende por el Atlántico oriental, debido a fuertes vientos que llevan la pluma sobre el extremo noroeste de la Península Ibérica (abajo), el extremo occidental de Francia, la punta suroeste de Inglaterra (arriba a la derecha) y la costa suroeste de Irlanda (arriba a la izquierda).

El polvo del desierto del Sahara - el desierto más grande del mundo, que abarca alrededor de 8,6 millones de kilómetros cuadrados - puede ser transportado a miles de kilómetros por las corrientes de convección atmosférica. Estas corrientes de convección se forman cuando el aire caliente, más ligero, se eleva, y el frío, más pesado, se hunde.

Las tormentas de arena son muy comunes sobre el Sahara, y las grandes concentraciones del polvo se pueden encontrar hasta en el Atlántico tropical y el Caribe. El polvo contiene muchos nutrientes, como nitrógeno, fósforo y hierro, que actúan como un fertilizante y estimulan la producción de las floraciones de plancton masivas.

En esta imagen, la proliferación de plancton resulta visible en el Atlántico en forma de remolinos azules y verdes. (Los distintos tonos de verde y marrón en el Canal Inglés y cerca de Gales, debido a los sedimentos transportados en el agua.)

El plancton son plantas marinas microscópicas que flotan en la superficie o cerca del mar y son el alimento básico de toda la vida marina. Contiene pigmentos de clorofila y son capaces de convertir los compuestos inorgánicos, tales como el agua, el nitrógeno y el carbono, en materiales orgánicos complejos.

Con su capacidad para "digerir" estos compuestos, eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera como si fueran plantas terrestres. Como resultado, los océanos tienen una profunda influencia sobre el clima. Dado que la influencia de plancton en la cantidad de carbono en la atmósfera, es importante monitorizar este fenómeno en los cálculos del cambio climático en el futuro.

Aunque algunos tipos de plancton son individualmente microscópicos, la clorofila que usan para la fotosíntesis colectivamente colorea las aguas del océano circundante. Esto permite que los sensores del Envisat lo detecten desde el espacio.