Más de 97.000 personas se han sumado ya a la primera compra colectiva de carburante organizada por la Unión de Consumidores y Usuarios (OCU), lanzada a finales del pasado mes de marzo bajo el lema Quiero pagar menos gasolina. En un comunicado, OCU denuncia que, a pesar de la bajada del precio del petróleo, los españoles pagan la gasolina más cara que al comienzo de la crisis en 2008.
Así, comparando los precios de 2008 con los actuales, los consumidores han pagado nueve millones de euros más que en aquella Semana Santa, a pesar de que el precio del petróleo es ahora un 30% menor que entonces, señala.
Según datos de la asociación, el año del comienzo de la crisis, el petróleo estaba en Semana Santa a más de 100 dólares, llegando a rozar pocos meses después los 150 dólares. Sin embargo este año en Semana Santa estaba en torno a 56 dólares.
Si se tienen en cuenta los precios en euros, para compensar la caída del precio del euro frente al dólar, en 2008 el precio era de 67 euros y esta Semana Santa de 52 euros, lo que supone un 30% menos.
Así, OCU denuncia que a pesar de esta significativa caída del precio del petróleo, los precios actuales de los carburantes no son menores que en 2008. En concreto, el diésel en el mes de marzo de 2008 tenía un precio en torno a los 1,13 euros por litro, mientras que justo antes de la Semana Santa actual los precios medios en España estaban en los 1,156 euros por litro.
Es decir, un 2,3% más caros que hace siete años, a pesar de que el petróleo era entonces mucho más caro. En el caso de la gasolina, la diferencia es incluso mayor, pues si en 2008 el precio medio de este carburante estaba en 1,126 euros por litro, el lunes previo a esta Semana Santa se situaba en 1,267 euros por litro, un 12,5% más caro que entonces, añade la asociación.
Así, OCU estima que cada desplazamiento ha sido de media treinta céntimos más caro que al comienzo de la crisis, lo que supone que en 2015 los consumidores han gastado casi nueve millones de euros más que en la Semana Santa de 2008.
La compra colectiva promovida por la OCU, cuyo plazo para sumarse a ella finaliza el próximo 12 de mayo, surge ante una situación en que los precios de los carburantes sufren variaciones "que no siempre responden a la evolución de los precios del petróleo", según la asociación.
