El papa pide que nunca más se repita "una monstruosidad" como el holocausto

  • El papa Francisco llama a no usar el nombre de Dios para la violencia
  • Insta a judíos, cristianos y musulmanes a entenderse

El papa Francisco ha hecho un llamamiento a todas las personas y comunidades que se reconocen en Abrahán para trabajar juntos por la justicia y la paz, para que se respeten y se amen y para que nadie instrumentalice el nombre de Dios para la violencia.

Así lo ha indicado el Pontífice este lunes durante su visita al Gran Mufti de Jerusalén, la máxima autoridad de los musulmanes en Jerusalén, en el edificio del Gran Consejo en la Explanada de las Mezquitas. "Respetémonos y amémonos los unos a los otros como hermanos y hermanas. Aprendamos a comprender el dolor del otro. Que nadie instrumentalice el nombre de Dios para la violencia. Trabajemos juntos por la justicia y por la paz", ha subrayado.

Durante el encuentro, el Papa ha recordado la figura de Abrahán, que vivió como peregrino en estas tierras y quien musulmanes, cristianos y judíos reconocen, "aunque cada uno de manera diferente, como padre en la fe y un gran ejemplo a imitar". En este sentido, ha indicado que la peregrinación de Abrahán ha sido también "una llamada a la justicia" pues "Dios ha querido que sea testigo de su actuación e imitador suyo". Por ello, ha invitado a responder a la llamada a ser "agentes de paz y de justicia" con "misericordia, grandeza de ánimo y compasión".

Un peregrino como Abrahán, según ha precisado, es una persona "que se hace pobre, que se pone en camino, que persigue una meta grande apasionadamente, que vive de la esperanza de una promesa recibida" y así debería ser, a su juicio, también en la actitud espiritual. "Nunca podemos considerarnos autosuficientes, dueños de nuestra vida; no podemos limitarnos a quedarnos encerrados, seguros de nuestras convicciones. Ante el misterio de Dios, todos somos pobres, sentimos que tenemos que estar siempre dispuestos a salir de nosotros mismos", ha remarcado.

PIDE QUE NUNCA MÁS SE REPITA "UNA MONSTRUOSIDAD" COMO EL HOLOCAUSTO

El Papa llegó al museo del Holocausto acompañado por el presidente de Israel, Simón Peres, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, tras convertirse en el primer pontífice en visitar la tumba de Theodor Herzl, fundador del sionismo, y hacer una parada inesperada en el memorial de víctimas israelíes del terrorismo.

Francisco pidió a Dios en el museo del Yad Vashen que "nunca más" permita un horror como el del holocausto, "una monstruosidad" y "un pecado" de la que los hombres deben "avergonzarse".

Francisco pronunció una sentida oración tras saludar con calidez a siete sobrevivientes de aquel genocidio, encender el fuego de la memoria y rezar ante una corona de flores que le presentaron una niña católica y un niño judío. "En este lugar, memorial de la Shoah, resuena esta pregunta de Dios: "Adán, ¿dónde estás?". Esta pregunta contiene todo el dolor del Padre que ha perdido a su hijo", afirmó Francisco, que fue recibido por un coro de niños que cantó una canción compuesta por una víctima del horror nazi en Bulgaria.

"Ese grito: "¿Dónde estás?", aquí, ante la tragedia inconmensurable del Holocausto, resuena como una voz que se pierde en un abismo sin fondo. Hombre, ¿dónde estás? Ya no te reconozco. ¿Quién eres, hombre? ¿En qué te has convertido? ¿Cómo has sido capaz de este horror? ¿Qué te ha hecho caer tan bajo?", afirmó el papa, en un ambiente de profundo recogimiento.

EL MURO DE LAS LAMENTACIONES

El Papa visitó el muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del Judaísmo, situado en el corazón del casco viejo de Jerusalén, después de acudir a la Explanada de la Mezquitas, tercer lugar más sagrado del Islam.

En un discurso en dicha Explanada, el pontífice llamó a la paz y la justicia y pidió a judíos, cristianos y musulmanes que abran sus corazones y su mente para entender al otro, y pidió que nadie utilice el nombre de Dios para justificar la violencia. "Mi peregrinación no sería completa si no incluyese también el encuentro con las personas y comunidades que viven en esta Tierra, y por eso, me alegro de poder estar con Ustedes, Amigos Musulmanes". dijo Francisco ante el gran muftí de Jerusalén, Mohamad Ahmad Husein, y otras autoridades islámicas

Francisco subió a la disputada plataforma de la mano del Custodio de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, y del príncipe Ghazi de Jordania, país que tiene la custodia de este lugar venerado por los musulmanes por ser el lugar desde donde la tradición dice que Mahoma subió al cielo.

DOMO DE LA ROCA

Escoltado por las fuerzas de Seguridad israelíes, el pontífice visitó el Domo de la Roca, bajo cuya cúpula se guarda la piedra que la tradición sitúa el sacrificio de Isaac, y se reunió con el gran Mufti de Jerusalén, Mohamad Ahmad Husein.

El principal representante del islam suní en Jerusalén agradeció a Francisco su visita y aprovechó su intervención para pedir el fin de la ocupación israelí, principal obstáculo, dijo, para que Jerusalén pueda convertirse en la verdadera ciudad de la paz en el mundo.

Ahmad Husein recordó la figura del califa Omar ibn al Jatab, uno de los cuatro califas Rashidum (reconocidos por todos los musulmanes), "quien permitió a los cristianos mantener sus iglesias en la ciudad santa". "Jerusalén debe ser (de nuevo) una ciudad abierta tanto a cristianos como a musulmanes en la que todos puedan convivir en paz", subrayó el religioso.

El Papa, por su parte, pidió a judíos, cristianos y musulmanes que abran sus corazones y su mente para entender al otro, ya que el conocimiento mutuo supera las barreras y los conflictos. Además, exigió que nadie utilice el nombre de dios para justificar la violencia y reclamó la figura de Abraham como ejemplo, pues las tres religiones monoteístas reconocen como padre de la fe y ejemplo a imitar "sin bien de manera diferente".

Francisco, que concluyó su discurso con la palabra paz en árabe, aseguró que la peregrinación de Abraham fue también una llamada de Dios a la justicia, "una llamada a ser agentes de paz y de justicia".