La conocida como 'Generación Y', que engloba a quienes ahora tienen entre 21 y 39 años, ha modificado su comportamiento en lo que respecta al hogar y la compra de muebles frente a los usos que tenían sus padres, las generaciones conocidas como 'Baby Boomers' (entre 40 y 55 años) y la de 'Mayo del 68' (entre 56 y 65 años), según un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid y patrocinado por IKEA.
Entre las conclusiones del estudio, que incluye una investigación de tipo cuantitativo y otra de tipo cualitativo, destaca el hecho de que, frente a los hábitos de sus mayores, que tendían a adquirir una vivienda "de mayores dimensiones" y que fuera "para toda la vida", las generaciones posteriores viven en hogares "más pequeños" y cambian con más frecuencia de residencia.
"Ahora hay más tendencia a moverse -hemos podido saber que solo el 37% de los encuestados sigue en su primera vivienda- y a renovarse -solo el 21% dice que su casa se parece a la de sus padres", destacan los responsables del informe.
Por lo general, una vez emancipados, los jóvenes pasan una media de 13 años en la primera vivienda y, una vez cambian, pasan al menos cinco años en la segunda, según los datos del estudio. La mayor parte de los jóvenes consultados han cambiado de casa "entre tres y cuatro veces".
De hecho, según los investigadores, también los muebles han cambiado, de forma que los jóvenes que consiguen emanciparse optan por enseres más "sencillos, prácticos y económicos" y con una perspectiva de renovarlos en un plazo de tiempo medio, frente a la preferencia de sus antecesores por muebles "para toda la vida" para los que el criterio de elección era "la relación calidad-precio".
En este sentido, destacan que, gracias a la aparición de opciones "más económicas" de compra de muebles, como las marcas que ofrecen variedad de diseños y los entregan desmontados, han permitido también que los jóvenes amueblen sus hogares de acuerdo a sus propios gustos, mientras que, antes, la dependencia económica de los padres provocaba que fueran los padres quienes, en buena medida, eligieran el mobiliario por sus hijos.
Además, frente al paradigma mayoritario entre sus padres, que se mudaban teniendo la casa ya más o menos amueblada, los jóvenes de la 'Generación Y' optan mayoritariamente por casas que ya están amuebladas (en un 57% de los casos). Mientras que entre los 'Baby Bomers' y la generación de 'Mayo del 68' la tendencia mayoritaria fue la de "ir comprando muebles poco a poco" (57% de los casos) o "comprarlos todos de una vez" (48% de los casos).
En general, los hogares de los más jóvenes "tienen menos cosas" que las de sus padres, cosa que según los investigadores puede tener relación con una menor capacidad económica pero también con el hecho de que los jóvenes "no almacenan discos ni películas" u otros objetos.
La emancipación de los jóvenes se produce mayoritariamente porque los jóvenes "deciden irse a vivir con su pareja", en el 48% de los casos (aunque solo el 12% lo hacen porque se casan), y, en segundo lugar, porque "quieren vivir solos", en el 19% de los casos, según los autores.
TRANSICION DEMOGRAFICA
En cuanto a otros cambios, el análisis preliminar en que se fundamenta el estudio, pone de relieve que, en los últimos años, la sociedad ha cambiado de forma que España "ya no es un país de emigración sino de inmigración", que viene definida por la "transición demográfica" asociada al "estancamiento demográfico", el envejecimiento de la población, el aumento de la esperanza de vida.
"España e Irlanda fueron los países de la UE que recibieron más inmigración en 2007, acogimos a todo el mundo gracias a una legislación más favorable y a nuestra forma de ser, más abierta", señala el documento.
Además, subraya la existencia de una "segunda transición demográfica" y la crisis demográfica que habrían llegado a modificar la estructura de los hogares y afectar a otros aspectos de la sociedad como la incorporación de las mujeres al ámbito laboral, el incremento del paro juvenil, la crisis del sistema educativo "todavía muy dual". También destacan factores derivados de la "transición demográfica" y los cambios sociales que han "redefinido por completo" los roles, papeles y formas familiares en aspectos como la tasa de fertilidad y el retraso en la edad para tener el primer hijo.
