El maquinista de O Porriño confirmo dos avisos para que moderara la velocidad

  • Un técnico dice que el accidente de O Porriño "apunta a exceso de velocidad"
  • En los juzgados se analiza la caja negra del tren portugués que descarriló

Un técnico de la comisión de investigación de accidentes ferroviarios, Edmundo Parras, ha señalado hoy que "todo apunta a un exceso de velocidad" como la causa del siniestro de O Porriño, en el que cuatro personas fallecieron y cerca de medio centenar resultaron heridas.

A su entrada a los juzgados de O Porriño (Pontevedra), donde asiste esta mañana al volcado de la caja negra del tren junto a representantes de la Xunta, Adif, Renfe y Comboios de Portugal, Parras ha explicado que la función de la comisión a la que pertenece es investigar "las flaquezas y debilidades" del sistema ferroviario. Todo, para "mejorar" el sistema, no para "buscar culpables", ha apostillado Parras, quien ha incidido también en que la investigación que realiza su comisión es independiente de la judicial. La caja del tren tiene registradas las velocidades del convoy, las distancias y las señales.

AL MAQUINISTA SE LE ENVIARON Y RECIBIÓ SENDOS AVISOS PARA QUE REDUJERA LA VELOCIDAD

El maquinista del 'Tren Celta' que descarriló el pasado viernes en la entrada de la estación de O Porriño (Pontevedra) confirmó la recepción de dos avisos para reducir la velocidad en el tramo donde se produjo el accidente, según se desprende de los datos de las cajas negras, analizados este martes en el Juzgado de Instrucción número 2 de esta localidad, en presencia de representantes de Renfe, Adif, Comboios de Portugal, técnicos de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios y peritos.

Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) han informado que, según los registros de las cajas negras, el maquinista del convoy, que cubría la línea Vigo-Oporto y que falleció en el accidente, recibió dos avisos L1, que significan "necesidad de moderar la velocidad". Asimismo, en las cajas quedó plasmado que el conductor del tren confirmó la recepción de esos avisos pulsando un botón, que es el procedimiento habitual.

Sin embargo, por razones que se desconocen, el tren no aminoró su marcha y, tal y como ha quedado registrado, en el momento del descarrilamiento circulaba a 118 kilómetros por hora, una velocidad muy por encima de los 30 kilómetros por hora a los que tendría que pasar, ya que el convoy fue desviado a una vía secundaria, por trabajos de mantenimiento en la vía principal.

Por otra parte, según fuentes consultadas por Europa Press, por los datos conocidos este martes, "en un principio" la señalización y el resto de elementos que regulan la circulación ferroviaria funcionaron ese día de forma correcta. La gran incógnita es, por tanto, por qué el maquinista no redujo la velocidad.

Mientras, los restos del tren siniestrado permanecen en la estación de O Porriño, a donde se han trasladado los peritos designados por la Xunta (Juan Carlos Carballeira y José Manuel Lamela) para su análisis. Allí, los vagones estarán custodiados hasta que la jueza autorice su traslado a dependencias de Renfe en Redondela.

REPATRIACION

Con respecto a las gestiones para repatriar al maquinista, de nacionalidad portuguesa, tras resolverse algún problema con la documentación y tras la recepción de la huella indubitada de la víctima, la Policía Judicial ha confirmado oficialmente la identidad del fallecido. Así, el juzgado ha autorizado la entrega del cuerpo de José Arnaldo Moreira a sus familiares.

El propio vicecónsul de Portugal en Galicia, Manuel Correia da Silva, ha confirmado este martes, a las puertas de los juzgados, que la cuestión de la repatriación "está resuelta" y que el cuerpo del maquinista fallecido será devuelto a sus allegados "esta tarde o, como muy tarde, mañana".

Además de este hombre, el accidente del 'Tren Celta' costó la vida a otras tres personas (un turista norteamericano, el interventor del tren y un joven aprendiz de maquinista), y casi medio centenar resultaron heridas. De éstas, permanecen hospitalizadas siete, tres en el Hospital Alvaro Cunqueiro, y otras cuatro en el Hospital Povisa.