Suiza se lanza a la exploración espacial de "bajo coste"

  • Pesa apenas 200 gramos (incluido el carburante) y ya tiene una primera misión: equipar un satélite enano limpiador de basura espacial
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Un motor ultra compacto y de consumo mínimo destinado a los pequeños satélites acaba de salir de los laboratorios de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) de Suiza, que considera que esta innovación podría suponer el inicio de una nueva era "de bajo coste" en la exploración espacial.

Este primer prototipo pesa apenas 200 gramos (incluido el carburante) y ya tiene una primera misión: equipar un satélite enano limpiador de basura espacial desarrollado igualmente por el EPFL y otro pequeño satélite de fabricación holandesa concebido para registrar las frecuencias ultra bajas detrás de la Luna.

El carburante que utiliza el motor también es una innovación y se trata de un compuesto químico con presencia de moléculas cargadas de electricidad (iones positivos y negativos).

Con su diminuta talla y ligero peso, el nuevo motor está destinado en general para satélites pequeños -de uno hasta cien kilos-, a los que daría la potencia necesaria para cambiar de órbita terrestre o llegar a lugares más lejanos.

Estas funciones han estado hasta ahora restringidas a motores mucho más grandes y costosos, señaló el centro de investigación al dar a conocer esta novedad.

El prototipo ofrece de este modo el sistema de propulsión que necesitan los satélites de talla más pequeña para ser realmente autónomos y realizar misiones de exploración y observación.

"Por el momento, los satélites enanos están atracados en su órbita y nuestro objetivo es liberarlos", explicó el coordinador del proyecto y director del Laboratorio de Microsistemas para las Tecnologías Espaciales del EPFL.

Los pequeños satélites son cada vez más utilizados debido a que el coste de su fabricación y lanzamiento es apenas una fracción (desde unos 500.000 dólares) de los cientos de millones de dólares que cuestan los tradicionales de gran talla.

La institución suiza estima que un "nanosatélite" de un kilo equipado de un motor iónico podrá alcanzar la órbita lunar seis meses después de su lanzamiento y que para entonces sólo habrá consumido 100 mililitros de carburante.