Nueve caballos huidos de una hípica de Gerona mueren atropellados

  • El propietario de la hípica sostiene que alguien ha abierto la puerta del recinto
Caballos arrollados
Caballos arrollados |Caballos arrollados

Un tren de media distancia que circulaba entre la línea que va de Figueres (Girona) a Barcelona ha arrollado la mañana de este jueves a una manada de 11 caballos que han cruzado la vía entre Fornells de la Selva y Riudellots (Girona).

Según han informado este jueves por la tarde a Europa Press el presidente de la Hípica Omega y propietario de los caballos, Francisco Porra, el tren ha impactado de imprevisto contra nueve caballos --que han muerto--, y sólo dos han salido ilesos del impacto.

El choque no ha causado heridos entre sus pasajeros, aunque sí una fuga de aire en los viaductos inferiores del tren, que finalmente el maquinista ha podido solucionar para reprender la marcha del convoy hasta la estación más cercana.

La circulación de trenes se ha visto interrumpida en los dos sentidos de la circulación durante un poco más de dos horas --de las 10.20 a las 12.30 horas--, ha informado a Europa Press Adif.

Durante más de tres horas, los Bomberos han recogido los restos de los animales y han limpiado la zona, con la ayuda de cinco dotaciones terrestres y un vehículo más pesado, y la hípica, los Mossos d'Esquadra y los Agentes Rurales han levantado acta de defunción de los animales la tarde de este jueves.

Según el propietario de la hípica, ha tenido que haber otra "mano humana" para que los 11 caballos hayan podido escapar del recinto donde estaban encerrados, ya que la puerta estaba abierta, sin nada roto ni signos de que se hubiera forzado el vallado.

"Los caballos seguro que no han sido", ha declarado, aunque ha afirmado no tener idea de quién ha podido ser, un hecho que se deberá investigar, ya que le ha causado un gran perjuicio económico.

Porra ha explicado que, aparte de la muerte los caballos de cría --alguno de los cuales incluso estaban preñados--, "los de equitación han muerto casi todos", lo que es una gran pérdida, y no sólo económica, ya que eran caballos escogidos uno por uno por su buen comportamiento, tranquilidad y confianza que transmitían a los clientes.