Los imputados por el secuestro del menor se dividen en bandos que se acusan entre ellos

Los siete imputados por el secuestro del hijo de un narcotraficante encarcelado se han dividido en dos bandos que se han acusado entre sí de la autoría del hecho, durante la primera sesión del juicio que se ha visto en la Audiencia de Barcelona.

Hoy se ha llevado a cabo la primera sesión del juicio en la sección quinta de la Audiencia de Barcelona, después de ser aplazado el pasado lunes 22 por un problema en la designación del abogado del presunto cerebro del secuestro, Fernando B., que hoy ha negado totalmente su participación en los hechos.

Fernando B. y otros seis acusados afrontan penas de hasta 17 años y medio de prisión por perpetrar, en septiembre de 2012, el secuestro de un niño de 11 años, hijo de un narcotraficante encarcelado, con el propósito de lograr que pagara una deuda que tenía contraída con unos proveedores de droga.

Según ha declarado Fernando B, el padre del menor tiene una deuda de 890.000 euros con él, pero ha asegurado que no dio "órdenes" ni tampoco pagó a Marta C. para que llevara a cabo el secuestro.

CRUCE DE ACUSACIONES

Este acusado ha asegurado que fue Marta C. la que urdió el secuestro, mientras la mujer ha afirmado que fue Fernando B. el que le exigió que lo realizara bajo coacciones y amenazas a ella y a su familia. Si Fernando B. llamó a Marta C. en los días anteriores a los hechos es porque ella estaba desanimada "por la muerte de su gato", ha asegurado el hombre durante el juicio.

En el bando de Marta C. se sitúa el también imputado Guillermo F., su actual pareja, del que ella asegura que no conoció los hechos hasta que el menor estuvo en su domicilio, donde permaneció durante dos días, sedado con narcóticos, hasta que los Mossos lograron liberarlo el 27 de septiembre de 2012. Por el contrario, los otros imputados, Iván R.F., Manuel A. y Ricardo V., aseguran que Guillermo F. intervino en el secuestro.

En el atestado policial consta que el menor reconoció a Guillermo F. como el hombre que le pinchó un medicamento el día del secuestro, en el lugar de los hechos, un descampado situado en el término de Viladecans (Barcelona).

Según Iván R.F., Marta C. le propuso acompañarle para "hacer un cobro" de una cantidad elevada, "para vigilar", pero que no le dijo nada de un secuestro, y ha exculpado a Manuel A., a Ricardo V. y a Alberto M. de los hechos.

UNA DE LAS ACUSADAS ASEGURA QUE LA OBLIGARON A ACTUAR "EN CONTRA DE SU VOLUNTAD"

Marta C., por su parte, ha afirmado que Fernando B. la obligó a actuar "totalmente en contra de su voluntad" y ha asegurado que "tenía órdenes de maltratar" al pequeño pero que ella no lo hizo, a pesar de drogarlo y tenerlo atado con bridas. La mujer ha llegado a decir que el niño secuestrado y ella empatizaron "bastante" y que incluso lo besó y lo acarició para que se calmara.

"Me vino muy grande" el secuestro, ha relatado, y, con lágrimas en los ojos, ha añadido que se sintió "liberada" cuando los Mossos d'Esquadra entraron en su piso y liberaron al pequeño.

CON LA EXCUSA DE FACILITAR UNOS TRÁMITES ADMINISTRATIVOS DE REGULARIZACIÓN

Como cebo para conseguir la confianza de la madre del menor, el presunto cerebro de esta operación le comunicó al padre que tenía unos conocidos en Barcelona que podían facilitar los trámites administrativos de regularización a su mujer y a sus tres hijos, según indicó la policía cuando se produjeron las detenciones en octubre de 2012.

Tras intercambiarse varios faxes entre la madre y una mujer que se identificó falsamente como señora Vives y que sería Marta C., acordaron encontrarse unos días más tarde en una gasolinera de la plaza Cerdà, de Barcelona, desde donde partieron hacia el descampado, donde se produjo materialmente el secuestro.

Está previsto que el juicio continúe el próximo lunes con la declaración de varios testigos, entre ellos la madre del menor.