Los ensayos clínicos de la vacuna contra el ébola empezarán en Suiza el 1 de noviembre

  • Las vacunas podrían ser enviadas en enero a África si los ensayos son positivos
  • Un laboratorio francés desarrolla un test de diagnóstico rápido de ébola en 15 minutos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que el 1 de noviembre empezarán en Suiza los ensayos clínicos de una de las dos vacunas candidatas contra el ébola.

"El valor del ensayo de Lausana (Suiza) es que incluirá a la mitad del total de voluntarios en los que se probará la vacuna y permitirá tener el número suficiente de personas para probar su seguridad e inmunogenicidad (producir respuesta inmunitaria en el organismo)", ha declarada la subdirectora general de la OMS, Marie Paule Kieny.

La vacuna es la NIAID/GSK, desarrollada por la farmacéutica GlaxoSmithKline, y que ya está siendo probada con voluntarios en Estados Unidos, Reino Unido y Mali. La otra vacuna es la VSV-EBOV, producida en Canadá, cuyo gobierno ha donado un importante lote del producto a la OMS, el cual llegará a Ginebra, donde la institución sanitaria tiene su sede mundial.

Estas vacunas serán almacenadas en el Hospital Cantonal de Ginebra y una parte de ellas se enviará en el momento oportuno a otros países donde tengan lugar los ensayos. Se trata de 800 ampollas con las que se efectuará la parte más importante de la primera fase de las pruebas clínicas, que ya han empezado en Estados Unidos con un pequeño número de voluntarios, ha precisado Kieny.

En las próximas semanas, ha agregado, los ensayos de este producto se extenderán a Alemania, Gabón, Kenia y también se realizarán en Ginebra. El número mínimo que se requiere para realizar las pruebas de una vacuna de este tipo es de 250 personas sanas, entre 18 y 65 años. En el caso de ambas vacunas (unos 120 para cada una), aproximadamente la mitad de participantes de los ensayos estarán en Suiza, ha añadido la responsable.

De otra parte, Kieny ha informado de que los resultados de la primera fase de los ensayos que realizan con estas vacunas contra el ébola estarán listos en diciembre y, de ser positivos, serán enviadas en enero a los países africanos afectados por el virus del Ébola.

Ha explicado que en la primera fase de ensayos se busca, además de garantizar que las vacunas son seguras y producen alguna respuesta inmunitaria en el organismo (inmunogenicidad), conocer el nivel de dosis que se necesita para que sea eficaces.

Aunque no está formalmente decidido, existe un consenso entre los expertos que asesoran a la OMS y distintos organismos humanitarios de que las vacunas deben ser administradas en primer lugar a los "trabajadores de primera línea", sean sanitarios, enterradores o familiares que cuidan a enfermos de ébola.

TEST DE DIAGNÓSTICO RÁPIDO DE ÉBOLA

Mientras, el Comisariado francés de la Energía Atómica y Energías alternativas (CEA) ha desarrollado un test de diagnóstico rápido de ébola que se ajusta a la cepa de la actual epidemia y permite determinar en menos de quince minutos si una persona está infectada.

Su fase de industrialización, tras la validación técnica del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (Inserm), se iniciará con la colaboración de Vedalab, considerado un líder europeo en el diagnóstico rápido, indicó esta semana el CEA en un comunicado.

A falta de las últimas comprobaciones que permitan comenzar su producción, se espera que esté disponible de aquí a finales de mes una serie previa que posibilite su validación clínica sobre el terreno. El aparato, bautizado como Ebola eZYSCREEN y similar a las pruebas de embarazo que se venden en las farmacias, se podrá utilizar en el país afectado, sin necesidad de otro material específico, a partir de una gota de sangre, de orina o de plasma del posible paciente.

Los test actuales, según apuntó el CEA en su nota, tardan entre dos horas y cuarto o y media en ofrecer resultados, y deben realizarse exclusivamente en laboratorios. Con esta nueva herramienta se pretende facilitar "la cadena logística" y la toma de decisiones en el lugar, así como reducir el número de análisis que deben practicarse en un laboratorio específico.