La nueva ola de frío, sin incidencias importantes, lleva la nieve a la costa

Madrid incrementa las plazas de alojamiento dentro de su campaña contra el frío
Madrid incrementa las plazas de alojamiento dentro de su campaña contra el frío |Telemadrid

El nuevo temporal de frío, nieve y viento que azota desde ayer a gran parte de la península y Baleares ha provocado algunas incidencias, aunque ninguna importante, como el retraso puntual de vuelos en Barcelona o la suspensión del tráfico marítimo en Menorca, y una estampa poco habitual: nieve en la costa.

Después de unas semanas de relativa tranquilidad meteorológicamente hablando, anteayer la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avisó de una nueva ola de frío que ha provocado que hoy 37 provincias hayan estado en alerta, seis en alerta naranja (Teruel, Zaragoza, Cantabria, Girona, Vizcaya y Guipúzcoa).

La culpable, una circulación atlántica que está afectando a buena parte de la península, con varios frentes consecutivos y que desde la tarde de ayer interactúa con una entrada de aire continental, seca y muy fría, que ha ocasionado incluso temperaturas por debajo de los diez grados en zonas altas.

El temporal ha provocado, por ejemplo, que gran parte de Cataluña haya amanecido teñida de blanco por las nevadas de las últimas horas en cotas inusualmente bajas, sobre todo el litoral y prelitoral de Barcelona y Tarragona, pero que no han causado incidencias destacables, más allá de problemas puntuales en las carreteras.

La nevada más intensa se ha vivido a partir de la una de la madrugada y ha afectado a las comarcas de Lleida, Tarragona, Cataluña central, las de Barcelona y el sur de Girona.

Las precipitaciones han llegado a municipios de la costa y a cotas inferiores a los 300 metros, como la ciudad de Barcelona, Vilassar de Dalt, Badalona, Mataró, Vilafranca del Penedès o Caldes de Montbui.

Según Protección Civil, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) se han acumulado 3 centímetros de nieve; en La Granadella (Lleida), 10; en Corbera de Llobregat, 8, y en Matadepera (ambas Barcelona), 5.

Sin embargo, el hecho de que las nevadas se hayan producido de madrugada, y además de la noche del viernes al sábado, día festivo para muchos ciudadanos, ha contribuido a que las incidencias del temporal hayan sido mínimas.

Los transportes públicos han funcionado en general con normalidad y las infraestructuras y servicios básicos tampoco se han visto afectados.

Las únicas incidencias de las que tiene conocimiento Protección Civil se han producido en los municipios de Solivella (Tarragona), Calonge (Girona) y Castellar del Vallès (Barcelona), donde 2.370 clientes han tenido problemas de suministro eléctrico, ya resueltos.

El transporte aéreo también se ha visto perjudicado, pero sólo con algunos retrasos puntuales en El Prat causados por la nieve.

En Baleares las islas están en alerta amarilla por riesgo de nevadas y vientos costeros, y Menorca ha sido una de las más afectadas.

Allí, el temporal marítimo ha provocado la cancelación de las comunicaciones marítimas, debido al cierre del puerto de Mahón, y la de los trayectos con el puerto de Ciutadella (Son Blanc).

Según han informado fuentes de Autoridad Portuaria, el puerto de Mahón ha quedado cerrado al tráfico marítimo a las 09.35 horas.

La nieve no ha afectado especialmente al tráfico, al menos no en la red principal.

Sí ha habido algún problema en la red secundaria, donde permanecen tres puertos cerrados, uno de Huesca (Portalet) y dos de Cantabria (Lunada y Palombera), según la Dirección General de Tráfico (DGT), que recuerda que en otros quince puertos son necesarios los neumáticos de invierno o las cadenas, sobre todo en León, La Rioja, Asturias, Cantabria y Soria.

En Mallorca, en la Sierra de Tramuntana, el temporal ha obligado al cierre de un tramo de la carretera de montaña Ma-10 y otro de la Ma-2141.

Desde la DGT se recomienda precaución, porque el viento y la nieve continúan.

Mañana la previsión es parecida a la de hoy; nevadas en el Cantábrico, Castilla y León, Alto Ebro, Pirineos y Baleares, y temperaturas significativamente bajas en buena parte de la península, con heladas localmente fuertes en Pirineos y otras zonas altas del interior peninsular.