La larga e ilusionante espera para ser una hermandad filial en El Rocío

La larga e ilusionante espera para ser una hermandad filial en El Rocío
Caravana del rocío |Telemadrid

Si para los rocieros es emocionante llegar a la aldea almonteña, más aún lo es para las hermandades filiales que se estrenan en el camino, como la de Valencina de la Concepción (Sevilla), que este año ha podido hacer su primer camino de forma oficial como hermandad rociera.

Se trata de un privilegio que un centenar de agrupaciones aguardan cada año para sumarse a la lista de 117 filiales oficiales, algunas con los trámites más avanzados, pero todas con la misma ilusión por hacer lo que este año ha hecho la hermandad de Valencina: presentarse oficialmente ante la Hermandad Matriz.

Eso sí, la tradición marca que las nuevas hermandades tengan que presentarse en su primer año con una hermandad madrina, lo que este año ha hecho la nueva hermandad con Santiponce, y ya en el año siguiente se va al puesto que le toca, que en el caso de Valencina de la Concepción es, por el momento, el último, el 117.

Cada año, en el fin de semana de La Candelaria, la Matriz anuncia el nombre de las nuevas hermandades filiales, normalmente dos, aunque este año ha sido sólo una, y a partir de ahí queda por delante preparar la romería lo mejor posible, formando parte de un grupo que comenzó a formarse hace cuatro siglos.

Como refleja la web oficial de la Hermandad Matriz de Almonte, se puede situar el origen de las primeras hermandades a finales del siglo XVII o principios del XVIII, y a partir de ahí la lista ha ido subiendo poco a poco.

Villamanrique de la Condesa (Sevilla) aparece como la primera de las hermandades filiales, y le siguen las de Pilas (Sevilla), La Palma del Condado y Moguer (Huelva) y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), mientras que de fechas similares son las de Rota y el Puerto de Santa María, en la provincia de Cádiz, que con el tiempo dejaron de existir, para ser refundadas después.

Desde la creación de esas hermandades se produce un salto que llega hasta principios del siglo XIX, cuando se funda la de Triana en 1813, y a lo largo del mismo siglo se constituyen Umbrete (Sevilla) -1814-, Coria del Río (Sevilla) -1849- y la hermandad de Huelva capital, creada oficialmente en 1880.

Finalizando el siglo XX y empezando el XXI se incrementó el número de filiales, superando las cien, con un crecimiento que prevé que antes de medio siglo se hayan superado las 200 hermandades filiales.

Y todo ello, culminando un proceso largo, que garantiza a la Matriz que la nueva hermandad cumple todos los requisitos para ser una filial, y que su participación activa en todos los actos rocieros está garantizada, así como el fomento de la devoción a la 'Blanca Paloma'.

Todo se inicia con la constitución en Agrupación Parroquial, "y es competencia del Obispo de la Diócesis otorgar la erección canónica a la Hermandad, otorgándole personalidad jurídica y, por último, compete a la Hermandad Matriz otorgar el título de filial, con su número de antigüedad correspondiente, lo que implica una invitación a participar oficialmente en los actos de la Romería, explica la Matriz.

Gijón, Hortaleza (Madrid) y Hospitalet de Llobregat (Barcelona) están, entre otras, en la lista de hermandades que esperan pacientemente su turno, igual que fuera de las fronteras españolas aguardan Mérida (Venezuela), Quissama (Brasil) y San Juan (Argentina), todas con la misma ilusión de tener algún día la oportunidad de postrarse ante la 'Blanca Paloma' en su romería de Pentecostés como una hermandad filial más.