Fun & Furious, los Óscar de los videojuegos

  • Los creadores reclaman que se aprecie el videojuego como una forma de arte

Bilbao se convierte estos días en la capital de los videojuegos. Allí se celebra este fin de semana el Fun & Furious, lo que muchos en el sector consideran los Oscar de los videojuegos. Los aficionados tienen ocasión de probar las últimas novedades. Juegos que prácticamente parecen películas y lo que parece será la novedad de estas navidades: la realidad virtual.

Creadores de videojuegos, participantes en el Fun & Serious Game Festival de Bilbao, el mayor festival de videojuegos de Europa, han lamentado que sus creaciones no sean tomadas en serio desde un punto de vista artístico y han reivindicado que sean apreciadas como "una forma de arte".

"Nuestros juegos son arte", ha dicho Arturo Monedero, desarrollador de videojuegos y fundador de Delirium Estudios, durante la segunda jornada del festival, con Finlandia como país invitado y que esta tarde abre su "fun zone" a los aficionados para que pueden probar las últimas propuestas en más de un centenar de puestos de juego.

La gente los ve como "un juego, no un arte", ha lamentado la finlandesa Sherida Halatoe, desarrolladora de un videojuego en el que el jugador se pone en lugar de una chica ciega en un mundo para ella invisible, en el que poco a poco empieza a descubrir cosas y a avanzar en el juego. Para el director Arturo Monedero, hay que cambiar el "chip" ya que los videojuegos son "cultura sí o sí y algunas piezas son arte".

Para el director de los bilbaínos Delirium Estudios, "hay que esperar a que la gente mayor vaya dejando camino a los jóvenes que han ido jugando y dentro de una generación o dos tendremos presidentes de gobierno que hayan sido 'jugones' y no les parezca raro que se juegue a videojuegos".

Un sector de creciente relevancia económica en España, que facturó el pasado año más de 400 millones de euros y tiene la previsión de llegar a casi 1.000 millones en 2018. En un contexto de crisis, el empleo en la industria del videojuego en España creció un 28% el año pasado.