El mensaje de vida de Pablo Ráez

  • El joven marbellí, que ha convertido su lucha contra la leucemia en un fenómeno viral, recibe el alta hospitalaria

El joven marbellí Pablo Ráez, que convirtió su lucha contra la leucemia en un fenómeno viral, ha recibido hoy el alta tras 38 días en el Hospital Universitario de Málaga y ha declarado que ayudar a tanta gente le ha hecho sentir que ya ha cumplido su propósito en esta vida.

Raéz ha asegurado a los periodistas que está feliz porque a pesar de lo que le pueda pasar "tanto bueno como malo" considera que su experiencia ha sido "una gran lección" y que solo ha aprendido, porque de lo contrario "no sirven de nada" las pruebas de la vida.

El joven ha explicado que en principio se trata de un alta definitiva si no hay complicaciones, pero tiene que acudir al hospital a revisiones continuas y exhaustivas. Ha añadido que su estancia no ha sido perfecta, que ha habido dificultades, aunque han sido "poquitas" y que ha estado "bastante bien" pues el tiempo "ha pasado relativamente rápido".

Mientras le daban el alta y le quitaban las vías ha reflexionado que "los miedos vienen, las dudas saltan, la incertidumbre existe" y que "pase lo que tenga que pasar" el siente que ya ha cumplido y "que de verdad, que la muerte no es nada grave" porque "la vida es así" y a cualquiera le puede pasar.

Respecto a la campaña para captar donantes de médula que lanzó a través de redes sociales ha dicho que no sabe si llegarán al reto un millón, ya que están solos y no les ayuda ni la Junta de Andalucía ni otras asociaciones, pero él está contento si alguien decide compartir sus órganos y ha anunciado que seguirá concienciando.

Ha señalado esta mañana en la red social Instagram que el tratamiento "no va tan bien como debería", por lo que tiene que ser "paciente, cauto y siempre con la espada en la mano".

Además, ha revelado que aún padece "un 4 por ciento de leucemia" y que debe "confiar" y no rendirse porque "todavía" le queda camino "en esta larga carrera de fondo".

"Todo puede ir muy bien o puede ir muy mal, es difícil de saber pero siempre lucharé", ha indicado Ráez, que está "en un gran riesgo ahora mismo, pero no hay miedo, hay cansancio, hay esa sensación de no poder vivir en paz".

Sin embargo, ha manifestado en una foto de la mencionada red social que es "un titán y conmigo solo podrá la muerte y será un regalo de la vida. Seguiré ayudando todo lo que pueda al mundo y a mí mismo hasta que mi cuerpo aguante", lo que no quiere decir que "vaya a morir", sino que no puede afirmar que esté curado.

Por su parte, el padre de Pablo, Francisco Ráez, ha atendido a los medios de comunicación antes de la salida del hospital de su hijo y ha especificado a Efe que están "contentos" pero que hay que "seguir peleando".

Ha declarado que el joven dedicará su tiempo ahora a descansar en casa pues ha tenido "mucha tralla" con la gran cantidad de medicamentos que ha tenido que tomar.