El caso de Ébola triplica las ventas de trajes de protección bacteriológica

  • Una empresa familiar de Tarragona, con 44 años de antigüedad, suministra los 3.000 EPI

Las empresas españolas que fabrican equipos de protección vírica y bacteriológica han triplicado las ventas de Equipos de Protección Individual (EPI) a los hospitales tras el contagio de ébola de la auxiliar de enfermería Teresa Romero.

Javier Díaz, secretario general de ASEPAL, la patronal española que agrupa a 80 empresas fabricantes de equipos de protección laboral y sanitaria, ha confirmado en declaraciones a Efe que "hemos tenido un pico muy grande de pedidos, a raíz del caso español del ébola, aunque es cada empresa la que sabe cuántos trajes ha vendido".

Estas empresas también han visto aumentar considerablemente los pedidos de mascarillas, guantes, gafas y otros equipos de protección, incluso de personas particulares temerosas de un contagio, según ha explicado a Efe el jefe de administración de la empresa tarraconense FIC Suministros, Óscar Sánchez.

Esta empresa familiar de Tarragona, con 44 años de antigüedad, está trabajando para poder suministrar los 3.000 EPI que le han encargado en los últimos días.

Sánchez ha reconocido que "la empresa está desbordada en número de pedidos desde el viernes pasado", y ha afirmado que "la demanda de EPI ha aumentado en un 300 % en tan solo una semana".

HOSPITALES Y DELEGACIONES DE GOBIERNO

Hospitales y delegaciones del gobierno han sido los últimos clientes en demandar estos trajes de protección del personal sanitario que entra en contacto con pacientes con enfermedades contagiosas, en este caso el ébola.

Respecto a la seguridad de los equipos de protección individual, Óscar Sánchez ha afirmado que los equipos "no son reutilizables, son de usar y tirar en un caso tan extremo como este, pero para la industria química sí que pueden reutilizarse; todo depende de las circunstancias y el contacto".

El precio aproximado de cada equipo de buzo desechable es de unos 40 euros, sin contar el coste de otros elementos necesarios como guantes, ropa, piezas faciales y calzado.

"La histeria de compra de estos últimos días ha llegado a tal punto que hemos recibido miles de llamadas diarias de gente particular interesada en comprar un solo equipo de protección. Pero de poco les servirá, porque estos trajes son de un solo uso", ha comentado Sánchez.

El espectacular incremento de pedidos de trajes de protección vírica también ha sido confirmado por Luis Cabrera Ferrer, administrador de ASATEX, una fábrica situada en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), filial de una multinacional alemana de equipos de protección laboral y sanitaria.

Cabrera ha declarado que ahora resulta más difícil atender el suministro de EPI por la gran demanda que hay, pero que trabajan para atender las peticiones de todos los clientes de la forma "más eficiente y rápida posible".

50.000 TRAJES SERVIDOS DESDE AGOSTO

La empresa ASATEX ha servido desde agosto unos 50.000 trajes- buzos de protección individual, de los cuales 30.000 fueron destinados a militares y personal de ONG, como Médicos sin Fronteras, que se encuentran destinados en África expuestos al virus del ébola.

ASATEX ha comenzado a notar el aumento del número de pedidos de EPI en España desde que se conoció el caso de Teresa Romero, aunque la empresa ya ha distribuido varios miles de pedidos internacionales desde la segunda semana de agosto.

"El último encargo que hemos distribuido ha sido a Angola, aunque también estamos distribuyendo peticiones de encargos en España, Portugal y Latinoamérica", ha revelado Cabrera.

"Los equipos de protección y los cubrebotas del tipo 3B es de lo que hay más demanda y menos oferta, porque este tipo de trajes no suele venderse en grandes cantidades en tiempos normales", ha afirmado el responsable de la filial alemana en España.

Pese a que sus pedidos han aumentado, la empresa de Santa Perpètua de Mogoda mantiene una pequeña reserva de trajes "por si el día de mañana hay una urgencia de contagio de la enfermedad en cualquier otro hospital español", ha dicho Cabrera.