El 42% de conductores muertos y el 34% de peatones consumió alcohol o drogas

El 42,1 por ciento de los conductores fallecidos el año pasado en accidente de tráfico y el 34,3 por ciento de los peatones muertos por atropello había consumido alcohol, drogas o psicofármacos, según la memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses dada a conocer hoy. Unos datos que, en el caso de los conductores, muestran una reducción de un punto con respecto a 2017, aunque estos índices se mantiene más o menos inalterables desde 2011, si bien en los peatones se ha producido una ligera subida de tres puntos, aunque ese 34,3 por ciento es uno de los más bajos de los últimos seis años.

La memoria ha sido presentada por la directora del Instituto, Dolores Moreno, y la directora general de Relaciones con la Administración de Justicia, Esmeralda Rasillo, acompañadas del fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, y el máximo responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro.

De las 884 autopsias practicadas en el Instituto a fallecidos en accidente de circulación se desprende un dato que ha llamado la atención a los responsables del estudio: el 75,8 por ciento de los conductores que dieron positivo a alcohol arrojaba una tasa altísima, superior a 1,2 gramos por litro de sangre.

En el caso de los peatones, aún es más llamativo, ya que ese porcentaje se eleva hasta el 85,2 por ciento.

Según se extrae del informe, el perfil del conductor que ha dado positivo en las pruebas del Instituto es el de un hombre de entre 25 y 55 años, que manejaba un turismo y que había consumido alcohol, cannabis o cocaína.

Mientras, el perfil del atropellado es también el de un hombre, mayor de 50 años y que ha consumido fundamentalmente alcohol.

El 90 por ciento de los 651 conductores muertos a los que se les hizo la autopsia eran hombres y solo el 10 por ciento mujeres. La mayoría de ellos conducía un coche (345), seguido de motocicleta (217), camión (35) bicicleta (25) y furgoneta (14)

NO BANALIZAR EL PROBLEMA

La memoria revela que los hábitos de consumo se han mantenido iguales en la última década y, así, el 66,4 por ciento de los casos analizados dio positivo en alcohol, el 37,6 en drogas y el 26,6 en psicofármacos.

Asimismo, la droga más detectada fue el cannabis (58,3 %), seguida de la cocaína (50,5 %). En el análisis de consumos asociados se ha comprobado que la mayor prevalencia fueron alcohol y cocaína (7,6 por ciento) y de alcohol y cannabis (6,9 %).

Respecto a los peatones, se realizó la autopsia a 143 atropellados, con una edad superior a 50 años en el 74 por ciento de los casos. Algo más de la mitad (55 %) había ingerido alcohol, un 31 % drogas y un 41 % psicofármacos.

El informe aporta datos desde 2011, año en el que el 45 por ciento de los conductores fallecidos había consumido ese tipo de sustancias. El pico más alto se registró en 2102, con un 47 por ciento, mientras que al año siguiente bajó hasta el 43 %; en 2014 aún descendió más, hasta el 39 %, y a partir de esa fecha se ha mantenido en el 43 %, con un disminución de un punto el pasado año.

Ya en el caso de los peatones, el ejercicio con un porcentaje más alto de positivos fue también 2012, con un 51,2 por ciento, en tanto que el más bajo correspondió a 2016, con el 31,7 por ciento.

Tanto Pere Navarro como Bartolomé Vargas han resaltado el grave problema que para la seguridad vial y para la salud pública supone que todavía haya ese porcentaje de personas que se ponen al volante con droga y alcohol o se exponen en la vía pública a ser arrollados. Por ello, han abogado por tomar conciencia de este problema y no banalizarlo, porque, en palabras de Vargas, se trata de una "plaga", de una "epidemia" en la conducción.