El 20% de los conductores reconoce que ha conducido tras beber alcohol

  • Saltarse un semáforo en ambar o conducir a 65km/h por ciudad no se perciben como conductas peligrosas

Uno de cada cinco conductores (el 20%) reconoce que ha conducido tras beber alcohol mientras que el 60% desconoce cuál es el límite legal de alchohol para conducir (que se sitúa en 0,25 mg/l en aire respirado), según el estudio del Centro de Estudios Ponle Freno AXA elaborado con TNS a través de más de 3.000 encuestas a conductores, peatones, motoristas y ciclistas.

Además, al preguntar a los conductores si han sido sancionados en alguna ocasión por conducir bajo los efectos del alcohol, el 7% de los conductores de coche y el 16% de los conductores de moto responden afirmativamente.

Sin embargo, cuando se pregunta si conocen a alguien que se haya encontrado en esta situación, más de la mitad los conductores de coche y 7 de cada 10 conductores de moto dicen conocer a alguien multado por conducir tras beber alcohol.

La situación es similar en el consumo de drogas ya que sólo un 1% de los conductores de coches reconoce haber sido sancionado por ese motivo, pero un 8% conoce a alguien que sí lo ha sido. Entre los conductores de moto, el 9% reconoce haber sido multado y un 30% dice conocer a alguien sancionado por conducir bajo los efectos de las drogas.

Por ello, la directora general de Tráfico, María Seguí -quien ha recordado que España es el quinto país del mundo con menor tasa de mortalidad- ha insistido en el papel de la formación y en poner en foco en "pequeños riesgos acumulados que se multiplican por los 22 millones de conductores que afectan a la sociedad", por lo que ha reiterado la importancia de que los ciudadanos "sean formados y sean receptivos", tanto entre menores, adolescentes y adultos.

HÁBITOS DE CONDUCCIÓN Y PERCEPCIONES SOBRE SEGURIDAD

Este estudio, presentado este viernes rueda de prensa, constituye la primera gran encuesta de hábitos de conducción realizada por el centro de Estudios y recoge percepciones sobre seguridad, comportamientos en carretera y medidas preventivas, según ha detallado por su parte el presidente del centro de Estudios, José María Plaza.

Así, en el capítulo de percepciones de seguridad, el documento constata que ésta está directamente ligada al medio de transporte utilizado aunque es muy similar entre conductores, peatones, motociclistas y ciclistas. En cualquier caso, varía en el caso de las mujeres ya que un 20% dice sentirse menos segura al volante, frente al 28% de los varones.

De este modo, la percepción del peligro cambia por perfiles al ser menor para el motorista, excepto en lo relativo a los quitamiedos en carretera, y mayor para las mujeres en prácticamente todas las conductas, aunque muy especialmente en lo relativo a conducir sin cinturón de seguridad y al exceso de velocidad.

Por otro lado, más de un tercio de la población conductora siente que la seguridad en la carretera se ha incrementado en los últimos dos años, un porcentaje que se incrementa en el caso de los usuarios de motos (31%) y bicicletas (35%) que afirman sentirse algo más seguros que el resto. Además, la mayoría de los conductores (el 59%) cree que su comportamiento ha cambiado a mejor en el último año, especialmente los motoristas (68%).

El estudio precisa que ser consciente de los peligros en la carretera es el factor que más influye en la conducción (38%), especialmente en el caso de las mujeres (44%) aunque en menor grado entre los motoristas (32%). Por Comunidades, los más valorados son los de la Comunidad de Madrid, País Vasco y Cataluña, por este orden.

En cuanto al comportamiento vial, el 85% de los encuestados opina que los factores personales son los principales responsables de los accidentes, un 10% los achaca a factores externos (como la climatología, mal estado de las carreteras o falta de señalización) y el 6% al estado del vehículo. Además, un 14% reconoce que a veces no lleva a los niños debidamente asegurados.

Por otro lado, los encuestados consideran conductas poco arriesgadas conducir más de dos horas (sólo es peligroso para el 18% de encuestados), saltarse un semáforo en ámbar (26%), conducir por ciudad a 65 kilómetros por hora (29%) o fumar mientras se conduce (27%), mientras que un 87% cree que conducir tras haber consumido drogas es muy peligroso y un 65% hacerlo tras haber consumido alcohol. Precisamente, respecto a los límites legales de las tasas de alcoholemia, sólo el 39% de los encuestados conocen el límite legal (0,25 mg/l), porcentaje que se eleva al 45% entre los motoristas y al 43% entre los hombres.

En términos generales, los motoristas declaran que desarrollan más comportamientos considerados peligrosos que los conductores de coche sobre todo en lo relativo a exceso de velocidad, saltarse semáforos en ámbar y adelantar por la derecha.

Por su parte, las mujeres reconocen desarrollar menos conductas peligrosas que los hombres, excepto en el caso de llevar casco en la moto (36% de mujeres frente a un 29% de hombres). Los peatones afirman que cruzar la calle por lugares indebidos o con el semáforo en rojo son los comportamientos más negativos.

DIFERENCIAS POR EDAD

Asimismo, el documento revela una diferencia entre los conductores más jóvenes (hasta 34 años) y los mayores de 45 años ya que, mientras los menores de 34 años declaran en mayor medida tener comportamientos peligrosos (un 56% reconoce que alguna vez se ha saltado un semáforo en ámbar frente al 45% de la media), para los mayores de 45 la percepción es menor pues, por ejemplo, sólo uno de cada cuatro reconoce manipular aparatos tipo GPS o radio mientras conduce, frente a uno de cada dos menores de 34 años que sí que dice hacerlo en alguna ocasión.

El exceso de velocidad y detenerse en lugares prohibidos son las conductas sancionadas que más se reconocen entre los conductores españoles, seguidas de conducir tras beber alcohol, usar el móvil sin manos libres, conducir sin cinturón y saltarse un semáforo.

Para cuatro de cada 10 conductores, la velocidad se limita con objetivo recaudatorio aunque un 51% estima que limitar la velocidad responde al propósito de reducir los accidentes. En esta línea, ocho de cada 10 conductores creen que las sanciones en accidentes graves que involucren víctimas deberían endurecerse.

Por último, en el apartado de prevención, más de la mitad de los entrevistados cree que debe mejorarse de manera prioritaria la formación a conductores y niños, con programas de prevención/formación para conductores, obligar a conducir siempre con las luces encendidas, concienciar sobre el respeto del límite de velocidad o que la seguridad vial sea asignatura para los niños en el colegio.