Detenido el presunto asesino de un niño de 8 años en Nueva York

  • Los restos del niño descuartizado estaban en el congelador de su casa y en un cubo de basura
  • El niño desapareció el lunes en un barrio judio de Brooklyn

El barrio de Borough Park en Brooklyn, una de las mayores comunidades jasídicas fuera de Israel, ha amanecido este miércoles teñido de luto y de sangre. Más de 2.000 voluntarios se habían movilizado a la busca de Leibby Kletzky, el niño de ocho años que desapareció el lunes, cuando regresaba por su propio pie del campamento de verano.

La búsqueda desesperada ha concluido esta mañana con el macabro hallazgo del cuerpo descuartizado del niño, dentro de una maleta roja que fue arrojada a un cubo de basura.

La Policía encontró más restos mortales del pequeño en la nevera del presunto asesino, Levi Aron, localizado gracias a un vídeo de seguridad en el que se le veía caminando con el niño a la altura de Dahill Road, minutos antes de su desaparición.

El hombre, que hizo declaraciones incriminatorias, estaba siendo interrogado y se espera que sea acusado, dijo la policía. Según las autoridades, el niño se había perdido y al parecer estaba tratando de encontrar su camino a casa cuando se encontró con Aron. Los investigadores dijeron que, después de una conversación, el muchacho entró en el auto Honda del sospechoso.

Aron dijo a los investigadores que él entró en pánico y que mató al niño cuando se dio cuenta de que la comunidad y la Policía se habían movilizado para encontrar al niño. La policía afirma no tener pruebas de que el niño haya sufrido abusos sexuales, aunque los detectives aún lo están investigando.

La Policía ha confirmado que el sospechoso está "bajo custodia", aunque no ha dado más detalles. Varios vecinos describieron a Levi Aron como "mentalmente inestable" y aseguraron que toda su familia se comportaba "de un modo extraño", aunque cumplían regularmente con sus preceptos religiosos.

Cientos de judíos ortodoxos de otros barrios de Nueva York han confluido en autobuses esta mañana a Borough Park para unirse al duelo de la familia y de la comunidad, "peinada" en los dos últimos días por un tropel de policías y de agentes del FBI que se unieron a la búsqueda.

A primera hora de la mañana, el portavoz de la Policía de Nueva York Paul Browne confirmó los temores. Habían hallado el cadáver del niño, descuartizado y contenido en bolsas de plástico en el interior de una maleta roja, arrojada a un cubo de la basura en otro barrio de Brooklyn.

Poco después se confirmó el que otros "restos mortales" del pequeño fueron descubiertos en la nevera de Levi Aron, el sospechoso grabado por una cámara de seguridad en compañía del niño. Aron vivía en un apartamento solo, en el mismo edificio que sus padres. Los únicos antecedentes que tenía eran por orinar en la vía pública.

La Policía está intentando reconstruir las últimas horas de vida del pequeño Leibby, que al parecer fue abordado en plena calle por el extraño. En el vídeo de seguridad puede verse cómo cruza el semáforo tras él. La Policía sospecha que se subió al coche de color oro y marca japonesa, que fue clave para poder localizar al presunto asesino (que se había pasado minutos por la consulta de un dentista cercano).

El suceso ha conmocionado a la ciudad entera, transitada a diario por miles de niños que van y vienen de vuelta de sus campamentos de verano. La policía de Nueva York ha pedido a los padres que extremen las precauciones, que se aseguren de las rutas que siguen sus hijos y que procuren tenerlos periódicamente localizados.

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