David Mora pasa a planta y los otros dos toreros heridos en Las Ventas reciben el alta médica

  • Moncholi entrevista al diestro herido tras su percance

El torero David Mora ha pasado a planta en el hospital Virgen del Mar de Madrid, mientras que han recibido el alta médica los otros dos diestros heridos el martes por asta de toro en la corrida del martes de la Feria de San Isidro.

Así lo ha confirmado el consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria, durante su visita esta mañana la enfermería del coso taurino, algo ha calificado de "buena noticia".

También ha dado su reconocimiento al cirujano Máximo García Padrós, que visitó ayer a los heridos en el hospital, y a su equipo médico "por su labor extraordinaria salvando vidas, ya que salvaron la vida la vida a este torero el martes".

UNA TARDE ACIAGA

Durante la lidia del primer toro en la duodécima jornada de la Feria de San Isidro en la Monumental madrileña, Mora recibió una fuerte cogida por el primero al recibirlo a portagayola. Inmediatamente, ingresó en la enfermería de la plaza con dos heridas por asta de toro, una en tercio medio cara anterior de muslo izquierdo con una trayectoria ascendente de 30 centímetros-.

Sufrió también una contusión de la arteria femoral superficial y otra en una axila izquierda con una trayectoria ascendente de 10 centímetros, que contusionó el paquete vasculo-nervioso y alcanza el húmero, así como contusiones y erosiones múltiples. Fue derivado al hospital Virgen del Mar con pronóstico muy grave, según firmó el doctor García Padrós.

Minutos después, el diestro Antonio Nazaré sufrió una fuerte voltereta en un quite el segundo toro. También tuvo que ingresar en la enfermería con traumatismo en la rodilla derecha con probable lesión de ligamentos. Fue trasladado al mismo centro hospitalario, donde ingresó con pronóstico reservado, para su estudio radiológico.

Tras la retirada de los dos toreros por causas médicas fue el turno de Saúl Jiménez Fortes, que sufrió la cogida del mismo toro tres veces, la última a entrar a matar.

Como consecuencia de ello, padeció dos heridas por asta, una en cara externa del tercio superior del muslo derecho con dos trayectorias, la primera hacia arriba y adentro de 10 centímetros, que alcanzó el fémur. La otra herida por asta fue de 10 centímetros hacia abajo, que le causó destrozos en el músculo vasto externo.

La otra cornada, de 10 centímetros, le alcanzó la pala iliaca. No obstante, pudo acabar la faena y matar al toro. Fue atendido en enfermería y luego derivado al hospital Virgen del Mar, donde ingresó con pronóstico menos grave, como firmó el doctor García Padrós.

Debido a la baja de los tres matadores, el festejo tuvo que ser suspendido, algo muy infrecuente. De hecho, en los 68 años de historia de San Isidro se suspendieron dos corridas por cogidas de los matadores, ambas en el año 1979, con dos días de diferencia.