Cruz Roja obtiene el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional

  • El jurado valora que Cruz Roja alivia el sufrimiento y protege la dignidad
Cruz Roja y Media Luna Roja, Premio Príncipe de Asturias
Cruz Roja y Media Luna Roja, Premio Príncipe de Asturias |Telemadrid

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la mayor red humanitaria del mundo gracias a la presencia en 188 países de 97 millones de colaboradores, ha sido galardonada hoy en Oviedo con el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2012.

El jurado, presidido por el exministro de Educación Gustavo Suárez Pertierra, ha destacado de la organización fundada en 1863 por el suizo Henry Dunant su misión de prevenir y aliviar el sufrimiento humano, proteger la vida y la salud y hacer respetar la dignidad de las personas "especialmente en tiempos de conflicto armado y en situaciones de crisis y necesidad".

Asimismo, ha incidido en los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad que han guiado siempre su actuación como la protagonizada recientemente en los conflictos de Siria, Libia y Somalia o en los desastres naturales de Haití, Indonesia y Japón.

Galardonada en tres ocasiones con el Premio Nobel, Cruz Roja proporcionó en 2010 ayuda alimentaria a más de 4,9 millones de personas, artículos domésticos esenciales y productos de higiene a 4,7 millones e impulsó proyectos de abastecimiento de agua, saneamiento y construcción para 9,9 millones de personas.

La historia de esta organización comenzó en junio de 1859, cuando un hombre de negocios suizo llamado Henry Dunant quedó horrorizado ante la visión de miles de soldados heridos que yacían en el campo de batalla de Solferino, en el norte de Italia.

En 1863 fundó el Comité Internacional para el Auxilio a los Heridos, que luego se convirtió en el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y al año siguiente consiguió que 16 países firmaran la Primera Convención de Ginebra, un texto que establecía la obligatoriedad de los estados firmantes de permitir la evacuación de los militares heridos.

Tras la II Guerra Mundial, una conferencia diplomática aprobó los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, en los que se incluyeron, por primera vez, disposiciones relativas a la protección de civiles en tiempo de guerra.

Inspirándose en la bandera suiza, la organización adoptó como emblema una cruz roja sobre fondo blanco, al que se sumó en 1876 la media luna roja, y en 2006 se sumó a ellos el cristal rojo -un cuadrado de color rojo apoyado en una de sus puntas- con el fin de que fuera utilizado por aquellos países que no reconocen ambos símbolos por connotaciones religiosas, culturales o políticas.

AGRADECIMIENTO

Tras conocer la concesión del premio, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se manifestó hoy "honrado" por la concesión del premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, un galardón que espera que sirva de acicate para seguir adelante con su misión.

Alexis Heeb, portavoz del CICR, recordó que la Cruz Roja y la Media Luna Roja son un "movimiento global en el que participan miles de personas, asalariadas y voluntarias", y expresó el agradecimiento a la Fundación Príncipe de Asturias por reconocer su labor. "Estamos muy honrados de recibir este premio. Es importante para el CICR, para la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) y la Cruz Roja y la Media Luna Roja en cada país", dijo.

Heeb hizo una mención especial a quienes colaboran desinteresadamente con este movimiento: "este premio va a motivar mucho a los voluntarios que trabajan cada día, ayudando a las víctimas de conflictos armados y de desastres naturales". "Es importante recordar que es gracias a los voluntarios que llegamos a las zonas más remotas del mundo para ayudar a los más necesitados", subrayó el portavoz del CICR.

Heeb también agradeció a la Fundación de los premios que llevan el nombre del heredero de la Corona española que hayan resaltado en su fallo "la importancia que le damos a las personas más vulnerables en el mundo y nuestra labor de ayuda a las más necesitadas".

POr su parte, la portavoz de Cruz Roja Española, Mercedes Babé, se ha mostrado confiada en que el galardón motive a nuevos voluntarios a formar parte de esta organización y a colaborar en hacer el mundo "un poco mejor". En declaraciones a Efe, Babé ha recordado que Cruz Roja está "absolutamente comprometida" con las situaciones de conflicto y de desastres naturales pero también "con el día a día que, lamentablemente, tal y como está ocurriendo en España, es una de las mayores necesidades" como consecuencia de la crisis económica.

En este sentido, ha recordado que Cruz Roja Española se ha visto muy afectada por los recortes del Gobierno en cooperación internacional, lo que les ha obligado a buscar financiación alternativa para muchos proyectos en marcha y a poner fin a otros.

Al galardón optaban 33 candidaturas procedentes de 27 países, entre las que se encontraban las de la expresidenta chilena Michelle Bachelet, Transparencia Internacional, la oceanógrafa Sylvia A. Eearle, el Instituto de Potsdam para la Investigación de las Consecuencias del Cambio Climático y, de forma conjunta, el Instituto Universitario Europeo y el Colegio de Europa.

El galardón, dotado con 50.000 euros y una estatuilla de Joan Miró, es el sexto que se falla este año tras los concedidos a Martha Nussbaum (Ciencias Sociales), Rafael Moneo (Artes), Shigeru Miyamoto (Comunicación y Humanidades), Greg Winter y Richard Lerner (Investigación Científica y Técnica), y Philip Roth (Letras).