Así son los huevos de gallinas camperas alimentadas con bellotas

  • Incrementan el contenido en ácidos grasos omega 3

Los huevos de gallinas camperas alimentadas con bellotas incrementan el contenido en ácidos grasos omega 3, según una investigación del IMIDRA dada a conocer este martes por el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Enrique Ruiz Escudero.

Ruiz Escudero ha dado a conocer los resultados en el transcurso de una presentación y degustación de propuestas cocinadas por el chef Jesús Almagro, a modo de desayuno, elaboradas con estos huevos.

A lo largo del estudio realizado el año pasado se ha podido determinar que los huevos de gallinas camperas que reciben en su alimentación suplementos de bellota presentan características organolépticas diferenciales, en particular en el color y textura de la yema y que los huevos bellota de Madrid tienen un valor nutricional muy superior.

Está motivado por su elevado contenido en ácidos grasos omega 3, en los que la dieta occidental es deficitaria. Estos ácidos grasos se asocian a la prevención de enfermedades cardiovasculares. Los datos obtenidos durante los trabajos de investigación muestran que estos huevos tienen más porcentaje de los dos ácidos grasos fundamentales, EPA y DHA.

De igual forma se ha conocido que tienen un porcentaje más elevado de ácido linolénico, un ácido graso insaturado y beneficioso. Además el ácido graso más abundante en el caso de las gallinas camperas ha sido el oleico, también altamente beneficioso, que se encuentra en el aceite de oliva y en los productos del cerdo ibérico.

En cuanto a otras mejoras conocidas gracias a este trabajo, se encuentran que los huevos presentan un color más intenso de yema, que se refleja en el color de los extractos utilizados para el análisis. Lo que sugiere una mayor presencia de pigmentos beneficiosos como la luteína, beneficiosa para la función visual.

Sobre la cantidad de colesterol, no existen diferencias en la cantidad de colesterol por gramo de yema entre los huevos estudiados y tampoco se encuentran trazas de xenobióticos (productos de síntesis como fármacos u hormonas) ni óxidos de colesterol en ninguno de los tipos de huevo estudiados.

"Hasta el momento el aprovechamiento de la producción de bellota de encinas de la sierra madrileña venía efectuándose para alimentación de corderos, pero nunca se había estudiado el efecto en la alimentación de gallinas camperas", ha explicado Ruiz-Escudero.