Andrea trabaja de camarera para costear su pasión por el rugby

Andrea es el ejemplo de numerosas mujeres de nuestra comunidad que, aunque son estrellas en el deporte, no pueden vivir sólo de su pasión.

Es jugadora de rugby en Pozuelo, campeona de la liga española y vencedora de la copa ibérica. Trabaja como camarera para completar su sueldo.

Ella es Andrea. Entre semana es camarera y los fines de semana se convierte en jugadora del olímpico de rugby.

En su palmarés, una liga española y una copa ibérica. Aunque para ella es difícil compaginar su pasión.

"Empiezo a trabajar a las nueve de la mañana y acabo llegando a casa a las once de la noche".

Un esfuerzo por el que no reciben ninguna compensación: "este deporte no nos aporta nada de dinero y tenemos que buscarnos un poco la vida en esto".

Andrea y sus compañeras se quejan pero tienen claro por qué juegan.

"Jugamos porque queremos. el dinero no es la razón por la que jugamos" asegura Irene.

Además tienen que pagar por hacer lo que más les gusta.

"No generamos suficientes ingresos como para que las jugadoras puedan cobrar. Es al revés las jugadoras tienen tienen que pagarse sus gastos

y tanto esfuerzo muchas veces termina pasandoles factura" afirma el entrenador.

Andrea tiene que compaginar el rugby con el trabajo y los estudios. Casos como el de Andrea son comunes en el mundo del rugby profesional.

Aunque tienen esperanza.

"Mi sueño es poder algún día jugar a este deporte y dedicarme profesionalmente". Un sueño que quieren atrapar en cada partido a golpe de placaje.