La Fiscalía francesa imputa al conductor de Lille pero lo deja en libertad

  • Trece de los heridos en el accidente siguen hospitalizados, todos fuera de peligro
  • El conductor del autobús español siniestrado es imputado aunque queda en libertad

La mayor parte de los jóvenes que viajaban de Bilbao a Amsterdam en el autobús que se empotró contra un puente demasiado bajo en la periferia de Lille (norte de Francia) regresó a España, mientras que las trece personas heridas que siguen ingresadas irán dejando el hospital a lo largo de la semana.

Tres de los heridos "van a ser dados de alta y podrán partir hoy", informó el embajador de España en Francia, Ramón de Miguel, durante una conferencia de prensa en el hospital universitario de la ciudad, y agregó que se espera que el resto abandone la clínica "durante el próximo fin de semana o el lunes", 3 de agosto.

El último parte médico emitido por ese centro dio cuenta de que siguen ingresados trece españoles de entre 19 y 29 años, aunque fuera de peligro, de los 34 que llegaron a atender tras el accidente.

El conductor del autocar español con 59 personas a bordo accidentado en Lille, en el norte de Francia, fue imputado hoy por "heridas involuntarias" y "violación deliberada de una obligación particular de seguridad o prudencia", pero quedó en libertad bajo control judicial.

Fuentes judiciales señalaron que el chófer puede volver a España esta misma noche, con la obligación de responder a las distintas convocatorias que reciba hasta la fecha del juicio, que podría celebrarse dentro de entre 12 y 18 meses, pero no podrá ejercer su actividad en Francia hasta que se decida la sentencia.

El último parte médico emitido por el Hospital universitario de Lille da cuenta de que siguen ingresados trece españoles de entre 19 y 29 años, aunque fuera de peligro

Diez personas están en la unidad de neurocirugía, otra en los servicios de cirugía torácica y otra más en la unidad de reanimación de neurocirugía, mientras que un decimotercer afectado se encuentra en "cuidados intensivos de reanimación en neurocirugía".

El viceconsejero de Salud del Gobierno vasco, Guillermo Viñerga, y el director de Asistencia Sanitaria del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), Antonio Arraiza, confirmaron que todos los heridos están "evolucionando bien" y que entre hoy y mañana recibirán el alta seis de ellos.

El resto confiaron en que saldrán del hospital "a lo largo de la semana o de cara al fin de semana", si bien algunos deberán ser trasladados a hospitales vascos, en concreto las personas que han sufrido lesiones en vértebras.

LOS VIAJEROS VUELVEN A ESPAÑA

La mayor parte de los jóvenes que resultaron ilesos o heridos leves y que pasaron la noche en un centro deportivo del municipio de La Madeleine cercano al lugar del accidente, viajaron en la mañana en autobús hasta el aeropuerto parisino de Orly para tomar un vuelo en dirección a Bilbao, donde aterrizaron pasadas las 13.00 GMT.

El autobús siniestrado, con 59 pasajeros abordo -la mayoría estudiantes universitarios vascos-, quedó a las 03.29 GMT del domingo sin el techo e incrustado en mitad de un túnel demasiado bajo (de 2,60 metros) del Grand Boulevard de la periferia de Lille, cerca de la frontera belga.

El encargado de la agencia de viajes bilbaína Livingstone, organizadora del itinerario, dijo hoy a Efe que en ese momento "el 98 %" del pasaje iba durmiendo, por lo que en su opinión el hecho de estar reclinados o con la cabeza agachada evitó que hubiera más heridos o lesiones de mayor gravedad.

CARGOS CONTRA EL CONDUCTOR

El conductor dio negativo en los test de alcoholemia y estupefacientes que se le practicaron el domingo. Durante su interrogatorio ante los fiscales reconoció que se fió del GPS sin prestar suficiente atención a la ruta.

El embajador español aseguró que el chófer está "muy traumatizado" y afirmó que el consulado "se encarga de la defensa de los españoles con problemas jurídicos en este país". En opinión de Ramón de Miguel, el lugar del accidente "no tenía la señalización suficiente".

"No tenía el arco con cadenas que se suele poner porque lo había roto un camión, ni tampoco tenía advertencia luminosa y a esa hora es muy difícil, entrando en una vía abierta de doble sentido que es una circunvalación, pensar que es un túnel en esas circunstancias", apuntó.

Subrayó que "todo parece indicar que era difícil haberlo visto, pero la investigación lo determinará".

El presidente del consejo departamental de Lille, Jean-René Lecerf, indicó a Efe el domingo que la zona en donde se produjo el siniestro cumplía con la normativa, aunque apuntó que faltaba un dispositivo adicional y no obligatorio que impacta a 150 metros antes del túnel contra el vehículo si supera la altura máxima. El autobús, operado por la agencia bilbaína Viajes Livingstone, cubría la ruta de Bilbao a Amsterdam.