Ocho muertos y doce heridos en incendio en residencia de ancianos de Zaragoza

  • El fuego se originó probablemente en una de las habitaciones

El luto y el dolor por la tragedia se entremezclan con la investigación iniciada para esclarecer el incendio que comenzó en una residencia de la tercera edad de Zaragoza, en el que han perecido ocho ancianos y otras doce personas, entre ellas la cuidadora, han resultado heridas.

Del origen del suceso se desconoce todo o casi todo. No ha trascendido qué ha podido ocurrir en esta residencia -en la que había 19 ancianos a cargo de una cuidadora- para que pasadas las once y media de la noche se desatara un incendio, del que no han podido salir vivas siete mujeres y un hombre, todos ellos de entre 74 y 92 años.

Se investiga absolutamente todo: desde las causas del incendio hasta las condiciones en las que estaba la residencia, tanto de licencias como de personal.

Anoche a las puertas de la residencia reinaba el silencio. Solo destacaban las luces de las ambulancias y de los coches de bomberos que habían acudido al lugar. El incendio no fue espectacular, ni siquiera llamativo. El humo ha sido la causa más "probable" de las muertes, informa el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde.

En el edificio se percibe un poco ennegrecida la fachada, especialmente una de las ventanas, pero no mucho más. Ya de día, hoy por la mañana, desde una carretera secundaria que pasa por las inmediaciones los ciclistas que circulaban por allí ni siquiera giraban la cabeza para mirar, ajenos a lo ocurrido.

En el interior estaba todo. Las causas no están nada claras, fuentes de la investigación explican a EFE que pudo ser un cigarro que incendió un colchón, pero no descartan ningún extremo, ni siquiera que el fuego fuera intencionado. Hay que esperar a los resultados de la investigación, insisten. Tampoco hay imputados por el momento.

Anoche, hasta la residencia fueron representantes de todas las administraciones: desde la central, con Gustavo alcalde a la cabeza, el delegado del Gobierno; hasta la regional, con el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sebastián Celaya, quien entraba y salía, hablaba por teléfono y daba la información que disponía a los periodistas.

También estaba la vicealcaldesa de Zaragoza, Luisa Broto, entre otros. La residencia está en la capital aragonesa y, aunque es privada, todos han querido estar allí para apoyar a las familias de las víctimas mortales y a los heridos.

El lugar no ha dejado mucho espacio para los curiosos, primero porque la puerta de la residencia no está a pie de calle y por lo tanto no es accesible para el público en general y, segundo, por la hora tan intempestiva del suceso: hasta pasadas las cuatro de la mañana no se levantaron los cadáveres.

A cuenta gotas han ido llegando esta noche algunos familiares de los ancianos, sin hacer comentarios a los medios de comunicación y más pendientes del estado de los afectados. Los cadáveres han sido traslados al Instituto Anatómico Forense para practicarles la autopsia. Mientras, los heridos, uno de ellos grave, han sido trasladados a varios hospitales de Zaragoza. Está previsto que nueve de ellos sean dados de alta hoy.

Todos los representantes de las instituciones han coincidido en señalar la diligencia con la que se ha actuado. Los primeros en llegar al lugar fueron la policía y efectivos de protección civil de Cuarte de Huerva, un municipio de 13.000 habitantes que está justo al lado de la residencia, separada de Zaragoza capital solo por una carretera. De ahí la confusión inicial de que el centro estaba en Cuarte de Huerva y no en la capital aragonesa como realmente está.

Los bomberos de Zaragoza recibieron la llamada del incendio a las 23.47 horas y en poco minutos se personaron en el lugar. Fuentes del cuerpo informan a Efe que una persona les llamó y les avisó de que se había originado un incendio en un colchón y que en la residencia había bastantes ancianos