Las escuelas Católicas piden la mejora progresiva del déficit del 40% en conciertos

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Escuelas Católicas demanda el "apuntalamiento" y mejora progresiva del sistema de conciertos como garantía de calidad y equidad, pues la financiación pública que reciben estos centros podría estar siendo inferior a las necesidades reales en un 40 por ciento de media aproximadamente, según sus cálculos.

Tras la inauguración del XI Congreso de Escuelas Católicas, con el lema "El liderazgo educativo, motor de cambio", su secretario general, Juan Antonio Ojeda, ha reclamado hoy, en declaraciones a la prensa, la "consolidación" de los conciertos como punto "nuclear".

Ha insistido en la necesidad de un estudio sobre el coste real de la plaza escolar en los centros concertados, por lo que ha destacado las valentía del Gobierno que ahora está en funciones de haber constituido una mesa para este fin, después de 25 años de sistema.

Aunque consciente de los momentos de crisis, ha confiado en que no prosigan los "recortes" de los módulos de concierto, como la bajada del 5 por cierto en los presupuestos del Estado de 2011, y ha añadido que está "en la mesa" la extensión de los conciertos al Bachillerato y la FP.

Preguntado por posibles reformas educativas que pudiera aplicar el gobierno futuro del PP, ha opinado que habrá que hacer "algún retoque" para que mejore la enseñanza, pero "no a golpe" de legislación.

"La escuela está cansada de cambios legislativos que no inciden en el fracaso escolar -ha dicho-. Quisiéramos una cierta paz. Las soluciones parciales nunca solucionan el problema del todo sin tener una solución de conjunto".

En la inauguración del congreso, el presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, Casimiro López Llorente, ha resaltado que las leyes educativas han propiciado con frecuencia los saberes técnicos e instrumentales, "marginando lo ético, lo moral y lo religioso", que son lo aspectos "únicos" que proporcionan los elementos para conocerse uno sí mismo y la capacidad de trascendencia de la persona.

Ha recordado cómo los economistas señalan la educación para superar las crisis, pero ésta es también "moral, social, política y espiritual".

Ha evocado al papa Benedicto XVI para asegurar que se viven tiempos de "emergencia educativa", pues familias y educadores tienen cada vez más difícil y complicado transmitir a las nuevas generaciones los valores fundamentales de un "correcto comportamiento".

Ha advertido contra el relativismo cuando se pretende que la razón, con apariencia de certeza, pueda servir para querer dar valor a prácticamente todo.

La consejera de Educación y Empleo de Madrid, Lucía Figar, ha reconocido el trabajo y papel de los centros religiosos y ha reiterado el compromiso del gobierno regional con la libertad de elegir el modelo de educación que los padres quieren para los hijos.

En este camino, toda la Comunidad se va a conformar esta legislatura como zona única educativa, con una "revisión en profundidad de los baremos de los criterios de admisión" escolar, ha dicho.

Actualmente, ha justificado, lo que más está marcando las posibilidades de elección de las familias es donde viven, lo que es un "obstáculo a la libertad", ha subrayado.

En general, para disminuir el fracaso escolar y el desempleo juvenil vinculado la formación insuficiente, ha mencionado la mejora de la calidad educativa, dando importancia al esfuerzo y la excelencia.

Además, ha defendido libertad de elección y que la oferta educativa en plazas escolares se adapte a las familias y no al revés; y la igualdad de oportunidades, que no significa que todos estudien en el mismo lugar y al mismo ritmo, ha explicado, sino unos contenidos comunes y ayudar a que cada uno desarrolle su talento y capacidades, acompañado todo ello de ayudas becas.

El presidente de Escuelas Católicas de Madrid, Javier Agudo, ha señalado que el comportamiento de estos centros ha sido "ejemplar" en el inicio del curso, frente a los que han salido a la calle y han dificultado el derecho a la educación de miles de alumnos, en alusión a las huelgas y manifestaciones del profesorado de la educación pública.