La madrugada del próximo domingo, 30 de octubre, a las 3:00 de la mañana habrá que cambiar nuestros relojes y ponerlos en las 2:00.
La Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (ANFALUM),ha calculado que el cambio de horario evita la emisión de alrededor de un millón de toneladas de CO2 a la atmósfera. Lo que supondría una reducción del 9,8% en el consumo de iluminación en los hogares, lo que equivale a un ahorro de 250 millones de euros en gasto energético.
Este cambio no sólo nos obligará a atrasar 60 minutos los relojes, sino que puede provocar modificaciones en el ritmo circadiano o biológico de los seres vivos, éstas suelen afectar, sobre todo, a las personas mayores y los lactantes, pero como no se trata de un cambio brusco el cerebro, normalmente, se adapta sin problemas.
