Seis detenidos por falsificar y vender cuadros de pintores modernistas

  • Figuran obras de artistas como Ramón Casas, Isidre Nonell, Eliseu Meyfren, Joaquim Mir como Santiago Rusiñol

La Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra han detenido a seis personas, en Barcelona, Madrid y Valencia, por falsificar y vender pinturas atribuidas a artistas como Ramón Casas, Isidre Nonell, Eliseu Meyfren, Joaquim Mir como Santiago Rusiñol. A los arrestados en la Operación Valentine se les imputan delitos de estafa, contra la propiedad intelectual, blanqueo de capitales, grupo criminal y falsedad documental, ha informado el Instituto Armado.

La investigación ha culminado con la intervención de más de 100 pinturas falsificadas atribuidas a autores principalmente del modernismo catalán y valenciano, altamente demandados en Cataluña y en otras zonas del levante. Las obras han causado un perjuicio económico a los compradores, hasta la fecha, de cerca de 100.000 euros.

Todos los arrestados han pasado a disposición judicial y han ingresado en prisión tres de ellos, entre los que se encuentra el falsificador de los cuadros y los certificados. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.

DENUNCIA EN OCTUBRE DE 2016

Las investigaciones se iniciaron en octubre de 2016 tras la denuncia, formulada a los Mossos d'Escuadra, por un empresario de Barcelona, que manifestó haber adquirido por 7.200 euros una obra falsa atribuida a Ramón Casas y Carbó, así como haber recibido una oferta por los mismos vendedores sobre otras obras de arte, presumiblemente falsificadas también.

Una vez iniciadas las investigaciones se determinó que los hechos delictivos eran cometidos por varias personas afincadas en diferentes provincias españolas, actuando todas ellas en connivencia, aprovechando los conocimientos artísticos que tenían, por lo que se estableció un equipo de trabajo e investigación conjunto con la Guardia Civil.

En Madrid existían dos talleres de pintura donde se elaboraban las obras. En un primer momento se estudiaba la obra del autor cuyas pinturas se pretendían falsificar y se materializaba un boceto, después, según su complejidad, se finalizaba la obra por otro pintor con grandes conocimientos y capacidad artística.

Para dar mayor credibilidad al engaño, los detenidos emitían certificados de autenticidad falsificados en los que plasmaban algunos sellos originales que previamente habían sido sustraídos, avalando de esta manera la originalidad de las obras de arte.

Una vez se finalizaba el proceso de elaboración de la obra falsa y su correspondiente certificado de autenticidad, solo quedaba firmarla atribuyéndosela al autor en cuestión y envejecerla, añadiendo un marco adecuado a la tablilla, cartón o lienzo de aspecto antiguo empleado como soporte de la pintura.

VENDIDAS SOBRE TODO EN BARCELONA Y VALENCIA

Por último, las obras y su documentación eran enviadas principalmente a Barcelona y Valencia, donde distribuidores afincados en esas ciudades se encargaban de vender las obras, entregando parte de los beneficios obtenidos en la estafa a los falsificadores.

La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y por la Unidad Central de Patrimonio Histórico de los Mossos d'Esquadra.