El brote de ébola, el más virulento conocido hasta ahora, ha ocasionado 3.439 muertes en 7.492 casos de contagiados en varios países de África Occidental, fundamentalmente en Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona. Una enfermedad temible que ha movilizado a las compañías farmacéuticas y los gobiernos en la búsqueda de tratamientos efectivos y una vacuna potencial.
"Si no detenemos el ébola, se extenderá a otros países", dijo ayer el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien recordó que precisamente este martes se confirmó el primer caso de ébola diagnosticado en Estados Unidos y apuntó que los escenarios más negativos hablan de que podría llegarse hasta los 1,4 millones de personas infectadas.
El ébola -que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados- causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90 por ciento.
De momento, hay varios medicamentos experimentales contra el ébola, incluido el ZMapp -un cóctel de tres tipos de anticuerpo- y se espera que las compañías GlaxoSmithKline (GSK) y NewLink Genetic anuncien una vacuna antes de que termine el año.
El Ministerio de Sanidad francés ha autorizado el uso de cuatro fármacos experimentales: Favipiravir, TKM-100-802, ZMapp y ZMabs.
La compañía japonesa Fujifilm Holdings lanzó un comunicado el mes pasado en el que anunciaba que su tratamiento Avigan, que contiene Favipiravir, había sido administrado a la paciente francesa. Una enfermera voluntaria británica que también contrajo el ébola en el oeste de África fue dada de alta el mes pasado tras haber recibido ZMapp.
Por su parte, científicos tailandeses anunciaron el descubrimiento de un nuevo tipo de anticuerpo contra el virus del ébola "más efectivo" que los existentes, aunque aún está pendiente de experimentación en animales y humanos.
"Estamos muy orgullosos de haber creado una nueva terapia de anticuerpo contra la fiebre del ébola", indicó en conferencia de prensa Udom Kahinton, miembro del equipo de investigadores de la Facultad de Medicina del Hospital Siriraj en Bangkok.
"Es una nueva estructura del anticuerpo, un nuevo mecanismo, para matar la fiebre del ébola de forma más efectiva", precisó Udom, quien agregó que espera buenos resultados cuando se realicen experimentos con animales en el laboratorio y con humanos.
Según su investigación, este nuevo anticuerpo es lo suficientemente pequeño para entrar en la célula y destruir las proteínas del ébola, es inocuo para las personas porque se ha desarrollado a partir de genes humanos y podrán producirse en grandes cantidades.
Los investigadores señalaron que las pruebas pueden requerir un año, aunque el tiempo se podría acortar con más financiación y medios, antes de crear una vacuna experimental.
