Los brasileños se acercan al fin de año de la mano de los orishas

Rituales orishas
Rituales orishas |TM

Cuando se acerca el fin de año el ritual se repite, miles de fieles de las religiones afrobrasileñas tiñen de blanco la playa carioca de Copacabana, que se transforma en centro de rituales en honor a la orisha Yemanjá, la Reina del Mar para los seguidores del candomblé y el umbanda.

Entre velas y ofrendas, la imagen sonrosada de Yemanjá fue llevada este sábado hasta la vera del mar en una procesión precedida por barcos a escala y rodeada de un sinfín de rituales y sacerdotisas vestidas con el icónico traje blanco con tocado.

Decenas y decenas de fieles seguían hoy haciendo ofrendas florales en el mar a título individual, con ramos blancos comprados en los puestos improvisados que cada fin de año se colocan en incontables esquinas del barrio de Copacabana.

"Yemanjá es la fuerza del mar, es nuestra fuerza marina que trae positividad y se lleva las energías negativas por la sal del agua", explicó Caenara, una de las responsables del evento y celadora de umbanda y candomblé, las dos principales corrientes religiosas dentro de las tradiciones afrobrasileñas.

RITOS ANCESTRALES AFRICANOS

Al ojo desentrenado, que espera algo parecido a una procesión al estilo de la vieja Europa, le sorprende la alegría y la música que se entrelazan en canciones y ruedas de baile con notas de ascendencia africana que inundan la playa.

Y es que la música para los seguidores de estas religiones es equivalente a la "oración". "Nuestros cantos son lo que nos gustaría decir a nuestros orishas", afirma Caenara.

Sin embargo la tenue línea del sincretismo que separa estas religiones de origen africano de mimetizarse con el cristianismo europeo en ocasiones se desdibuja y apenas se distingue.

Durante el ritual, varios fieles se santiguan antes de abrir las manos y cerrar los ojos, con intención de percibir la energía que emana de unas velas encendidas.

La prohibición de las religiones africanas por parte de varios gobiernos hasta mediados del siglo XX y su marginación por parte de la mayoritaria Iglesia Católica, que perduró durante décadas, propiciaron ese sincretismo.

Por ello, en muchos lugares de Brasil Yemanjá se asimiló como Nuestra Señora de la Concepción de la Playa, patrona del estado de Bahía (noreste), región con más fieles de candomblé.