La nave espacial de carga rusa Progress M-27M, a la deriva tras fallar en su encuentro con la Estación Espacial Internacional la semana pasada, cayó en el Oceáno Pacífico este viernes.
Según informó la agencia espacial rusa, Roscosmos, la cápsula, cargada con más de tres toneladas de alimentos, combustible y otros suministros, reingresó en la atmósfera terrestre a las 02.04 GMT del 8 de mayo, cuando volaba sobre el Océano Pacífico central, según el comunicado.
Lo previsto es que la mayor parte de la nave espacial se haya desintegrado durante su descenso a alta velocidad a través de la atmósfera, pero pequeñas piezas de la estructura podrían haber sobrevivido y cayendo finalmente en el océano.
El carguero fue lanzado el 28 de abril desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, pero nunca llegó a la estación. Los controladores en tierra perdieron contacto con la nave espacial poco después de separó de la etapa superior de su cohete Soyuz, unos nueve minutos después del lanzamiento.
