Medio millón de menores se emborracha al mes en nuestro país. Las cifras son alarmantes. Las ha dado a conocer hoy la iniciativa "Movilización alcohol y menores" que pretende sensibilizar en la prevención desde los ámbitos educativo, familiar, jurídico y de ocio.
El 68,2% de los menores de entre 14 y 18 años ha consumido alcohol en los últimos 30 días, según los datos de la encuesta Estudes publicada por el Plan Nacional Sobre Drogas relativa a los años 2014-2015. Para acabar con esta problemática, la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) celebró este jueves en CaixaForum Madrid la jornada Movilización Alcohol y Menores, una iniciativa que busca crear un frente común que aborde este problema desde la sociedad civil y desde los ámbitos de actuación que pueden cumplir un papel más relevante en su enfrentamiento.
El alcohol es la droga más consumida entre adolescentes y jóvenes en España y es también la droga que más daños personales, familiares, económicos y sociales causa. Según la encuesta Estudes , la edad de inicio en el consumo de alcohol por parte de los jóvenes es a los 13,8 años y el llamado consumo compulsivo ha aumentado del 14 al 37% entre los jóvenes de 14 a 16 años, convirtiendo las fiestas etílicas en algo normal.
Ante esta problemática, las más de 40 entidades que forman parte de la Movilización Alcohol y Menores y que trabajan en diferentes ámbitos de actuación han presentado propuestas de acción para nueve colectivos concretos con el objetivo de trazar un plan de acción y frente común que aborde esta problemática desde la sociedad civil y desde los ámbitos de actuación que pueden cumplir un papel más relevante.
Estas entidades consideran que la respuesta a esta situación se encuentra "en la sensibilización, información, educación y la prevención, tanto ambiental, como personal y grupal, en todos los ámbitos y desde cualquier figura con capacidad de mediación e influencia, incluyendo no sólo a adultos profesionales sino también a los y las menores, con el objetivo de crear actitudes responsables y cambios en hábitos inadecuados".
PROPUESTAS DE ACCIÓN
El documento elaborado por las entidades de la Movilización Alcohol y Menores presenta propuestas de actuación concretas dirigidas a las familias, especialmente a las ampas, destinadas fundamentalmente a dotar de herramientas a los padres y madres para la prevención, entendiendo que la prevención implica la formación.
También se dirigen a las administraciones públicas, a quienes les piden que promuevan una ley que regule la venta y consumo de alcohol para todo el ámbito estatal, consensuada en lo posible por las administraciones y la sociedad civil, que resulte en una misma normativa para todos, con protocolos de actuación homologados.
Para el sistema sanitario, proponen que se cuente con protocolos estandarizados de intervención ante los problemas derivados del consumo de drogas en la población menor, y de derivación a los servicios de la red asistencial especializada o a otros recursos de apoyo socieducativos. En el documento también se detalla la necesidad de integrar los programas de prevención en el Proyecto Educativo de Centro, en el Plan de Acción Tutorial y la Programación Anual y que se trabaje desde todos los niveles educativos.
Además, consideran necesario que los agentes de los Cuerpos de Seguridad con formación en la prevención y atención a menores que consumen alcohol participen en las actividades preventivas que se lleven a cabo en los centros educativos en coordinación con el resto de los agentes de la comunidad escolar.
Por otro lado, la Movilización Alcohol y Menores considera fundamental extremar las medidas de control para evitar la disponibilidad directa o indirecta del acceso de los menores a bebidas alcohólicas en espacios de ocio y entretenimiento, evaluando su impacto y eficacia y contar con los productores de éstas como parte activa de la solución.
A los medios de comunicación los consideran clave para tratar este tema, por ello hacen hincapié en la necesidad de que adopten una actitud responsable y activa en el fomento de la promoción de valores educativos, formativos y preventivos, ya que no cabe la neutralidad ni la asepsia ante los riesgos del consumo de alcohol por parte de los menores.
