Grecia prepara a contrarreloj la acogida de refugiados atrapados en todo el país

Grecia trabaja a contrarreloj para ampliar su capacidad de acogida y albergar a los miles de refugiados que continúan a la espera de entrar en Macedonia, ya que el número de llegadas a las islas no cesa y el cierre de las fronteras balcánicas les mantiene atrapados en distintos puntos del país.

La situación es crítica pues, como confirmó la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), solo en la frontera norte hay cerca de 6.300 refugiados entre el campamento de tránsito -completamente desbordado, ya que su capacidad inicial era de 1.500 personas- y la estación de servicio cercana.

Este sábado solo entraron en el país vecino unos 300 refugiados sirios e iraquíes durante las cuatro horas que estuvo abierta la frontera, de acuerdo con fuentes policiales. Una cifra muchos menor, 22 personas (15 sirios y 7 iraquíes) lo hicieron el viernes, según las autoridades macedonias.

La frontera abre y cierra de forma intermitente y el aumento de los controles a sirios e iraquíes, que deben presentar un pasaporte o documento de identidad, ha ralentizado el cruce. "Hay gente que está esperando en Idomeni desde hace una semana. Su paciencia está al límite", afirmó a Efe Stella Nanu, una de las portavoces de ACNUR que se encuentra en el paso fronterizo.

El ministro de Migración, Yanis Muzalas, afirmó hoy que Grecia ha presentado un plan de contingencia a la Unión Europea para acoger a los cerca de 22.000 refugiados que están ahora mismo en varios puntos del país y señaló que en un mes la cifra puede llegar hasta las 70.000 personas.

Muzalas explicó que se crearán nuevos centros de acogida temporal, cuatro en la región norteña de Macedonia y el resto entre Atenas y Salónica, las dos mayores ciudades que ya cuentan con tres y un recinto, respectivamente.

El ministro incluso habló de que no sería una "tragedia" si, llegado el momento, Grecia tuviese que declararse "en estado de emergencia", ya que eso permite realizar contrataciones de personal -que ahora están muy restringidas debido al programa de rescate- y aseguró que los servicios de protección civil elaboran "planes" por si se produjese tal escenario.

La situación es grave también en el puerto de El Pireo, donde las ONG han hecho un llamamiento para que se personen médicos, especialmente pediatras, y traductores de árabe y persa, así como toda persona que quiera donar alimentos, medicinas, mantas, sacos de dormir o ropa y calzado.

Cristina Papayeoryiu, coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Atenas, señaló a Efe que ayer durmieron en el puerto unas 3.500 personas en cinco salas de espera para pasajeros habilitadas por las autoridades.

Explicó que algunos partirán hoy hacia la frontera, pero precisó que en el principal puerto heleno continuarán habiendo al menos 2.000 personas a las que se sumarán los que lleguen en las próximas horas en dos transbordadores desde las islas del Egeo.

Fuentes del Ministerio de Migración confirmaron que la situación en las islas "puede gestionarse de momento", por lo que los barcos, aunque con menos capacidad de la habitual, siguen transportando a gente hasta Atenas. Desde MSF aseguraron que el panorama en El Pireo es "dramático" y las necesidades de recursos "muy grandes".

"Ayer dimos 1.120 mantas, estamos prestando asistencia con nuestros médicos y repartimos 500 porciones de comida al día", dijo Papayeoryiu que agregó que los refugiados dependen de estas organizaciones y de voluntarios independientes para alimentarse.

La portavoz recalcó que hay "una necesidad constante de más voluntarios, comida y medicinas", y apuntó que los espacios que sirven como dormitorios "están mal acondicionados y eso puede tener consecuencias". Sostuvo, sin embargo, que "por el momento" solo hay "algunos casos de gastroenteritis".

Una situación similar, aunque con menores cifras de gente, se produce en la plaza de Viktoria, en el centro de la capital, para la que los voluntarios también piden la ayuda de los locales. Allí los acampados duermen igualmente en el suelo y solo reciben alimentos por parte de ACNUR o Cruz Roja, pero dependen de los comercios para poder ir al baño o asearse.

La prensa local apunta que la intención del primer ministro, Alexis Tsipras, ante la próxima cumbre europea del 7 de marzo, es pedir a sus homólogos comunitarios que se cumpla el programa de reubicación de refugiados sobre la base de una distribución justa de la carga entre los Veintiocho. Los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones cifran en más de 100.000 las personas llegadas por mar a Grecia en lo que va de año.